River derrotó a Defensa y Justicia por 3 a 0 en Formosa y clasificó a los cuartos de final de la Copa Argentina. Ignacio Scocco marcó un doblete y alcanzó la marca de once goles en igual cantidad de partidos. Exequiel Palacios debutó en la red y sentenció la historia ante el Halcón.
En un abrir y cerrar de ojos, a pura contundencia, River cerró un partido que en los papeles paracía complicado. Es que a los 10 minutos de la primera etapa, cuando el equipo de Florencio Varela comenzaba a complicar al millonario a las espaldas de sus laterales, Andrés Cubas manoteó la pelota dentro del área y Nacho Scocco no perdonó. Penal y gol para River, en su primera llegada neta al arco de Defensa y Justicia.
Dos minutos después, apareció otra vez el ex-Newell’s, esta vez por una habilitación de Rafael Borré. El goleador millonario pasó entre los dos centrales, encaró al arquero y la pinchó por encima de Gabriel Arias, con mucha clase y jerarquía. Así, el #32 de La Banda alcanzó la marca de 11 goles en 11 partidos. Letal.
De ahí en más, River hizo del partido casi un entrenamiento. A media máquina, el equipo de Marcelo Gallardo construyó algunas situaciones para estirar la diferencia. No muchas, es cierto, pero controló el juego, las acciones y frenó la embestida inicial del Halcón, que habría arrancado mejor que el Más Grande.
En el complemento, los de Varela tuvieron algo más de determinación para buscar el descuento. Por momentos arrimaron algo de peligro al arco de Germán Lux, pero sus delanteros no estuvieron finos en el último toque. Y cuando a River lo perdonás…te liquida.
Sobre el cierre, el juvenil Exequiel Palacios tuvo su regalo de cumpleaños y marcó el tercer tanto de River, el primero de su autoría en la Primera de River. No lo gritó. Rompió en llanto por la emoción. Y se llevó el abrazo y las felicitaciones de todos sus compañeros.
Así, el elenco del Muñeco construyó una nueva victoria en la Copa Argentina y se metió entre los ocho mejores del certamen. Ahora, espera por el ganador de Belgrano-Atlanta y sueña con dar pelea en todos los frentes.
