River terminó la primera parte de la Superliga Argentina muy lejos de la punta y con diferencia de gol negativa. En 12 fechas perdió 5 partidos y ganó sólo 4. Números que asustan y obligan a un replanteo urgente de cara al 2018.
Como viene sucediendo desde el 2014 hasta hoy, los torneos locales vienen siendo esquivos para el River de Gallardo. Sin embargo, cuesta encontrar un inicio de campeonato tan pobre desde lo futbolístico para el millonario, que culminó la primera fase de la Superliga Argentina muy lejos de la punta y de las aspiraciones del entrenador de La Banda.
El flojo andar del elenco del Muñeco se traduce en números que asustan y son preocupantes. Es que sobre un total de 12 jornadas, River perdió más de lo que ganó. Insólito, pero real. Luego de ese arranque demoledor y las tres victorias al hilo en el inicio del certamen (Temperley, Banfield y San Martín de San Juan), el Más Grande sólo pudo ganarle a Unión de Santa Fe hace unos días atrás. Apenas 4 triunfos y 3 empates (Argentinos Jrs., Tigre y Atlético Tucumán) que permiten sumar 15 puntos. Demasiado poco.
Como contra partida, La Banda cayó en 5 oportunidades. La debacle comenzó en esa semana fatídica que incluyó goleada con juveniles ante Talleres en Córdoba, derrota en el Superclásico luego de la dolorosa eliminación en la Copa Libertadores y caída ante Independiente en Avellaneda. Luego de vencer a Unión, volvió al hilo de derrotas seguidas, ante Newell’s la semana pasada en el Monumental; ante Gimnasia esta noche en El Bosque.
El correlato de este mal momento se manifestó también en la sequía goleadora. River perdió los goles de Alario y Driussi, y se notó. En 12 jornadas obtuvo una diferencia negativa, con 16 tantos a favor y 18 en contra. Ignacio Scocco y Gonzalo Martínez, con 4 gritos cada uno, anotaron la mitad de los goles que anotó el millonario en el certamen. Vienen más atrás Rafael Santos Borré con 3, Javier Pinola, Carlos Auzqui, Alan Marcel Picazzo, Milton Casco y Leonardo Ponzio, todos con 1 gol.
Los números marcan el flojo andar de River, que deberá realizar un profundo replanteo de cara al 2018, con la necesidad de levantar definitivamente en la Superliga y apostar a una nueva edición de la Copa Libertadores. La historia del Más Grande así lo exige.
