River venció a Boca por 1 a 0 en el primer Superclásico del año disputado en Mar del Plata. El único tanto de La Banda lo anotó Rafael Santos Borré. Enzo Pérez fue reemplazado por un fuerte dolor muscular y es duda para el reinicio de la Superliga.
Contra «ellos» no hay amistoso que valga. Jamás. Por eso, el equipo de Marcelo Gallardo salió a jugar con el cuchillo entre los dientes y mostró una imagen muy distinta a la del partido ante Independiente Santa Fe.
En la primera etapa, River se hizo cargo del protagonismo y el balón. Lo mejor estuvo en los primeros veinte minutos, con buena circulación de balón y asociaciones en ataque que arrimaron algo de peligro. Sin embargo, con el correr de los minutos el elenco de Barros Schelotto equiparó el trámite, tapó bien la salida desde el fondo y obligó al millonario a saltar líneas y a dividir el balón.
A los 40 de juego, Rafael Santos Borré construyó una pared con Scocco, definió al primer palo ante la salida de Rossi y convirtió el único gol de la noche. Un grito de desahogo para el colombiano, que el juez de línea le había negado el primer grito por una clara posición fuera de juego.
En el complemento, River justificó el triunfo desde primero desde la tenencia, más tarde desde la solidez defensiva. Cuando La Banda se quedó sin piernas para presionar bien arriba y forzar el error del rival, retrocedió unos metros y apostó a los espacios que iba a dejar su rival. No sólo no sufrió embates contra el arco de Germán Lux, sino que además estuvo muy cerca de estirar la ventaja en alguna contra.
La única mala que se llevó el Muñeco del José María Minella fue la lesión de Enzo Pérez, que debió salir en los primeros minutos del segundo tiempo con un fuerte dolor muscular que pone en duda su presencia en el reinicio de la Superliga.
No empaña la alegría que se llevó el millonario de Mar del Plata. Un triunfo que empuja desde lo anímico y comienza a calentar los motores de lo que será el Superclásico del 14 de marzo por la Supercopa Argentina.
