Gabriel Perrone, flamante entrenador de la Séptima División, dialogó con el Sitio Oficial de River y contó cómo vivió su regreso al club, en esta oportunidad como formador de juveniles. Además, explicó por qué cuesta encontrar grandes talentos en el último tiempo, cuál es el mensaje que bajó Gallardo y qué significa dirigir a una categoría que viene de salir campeón en el 2017.
No sólo comenzó el año para la Reserva, Cuarta y Quinta. Las cuatro divisiones más pequeñas también pusieron primera e iniciaron los trabajos de pretemporada. Primero en las canchas auxiliares de River. Días después, en el renovado predio de Hurlingham. Una de las caras nuevas es Gabriel Perrone, ex-jugador del club, también surgido de las inferiores. En esta nueva etapa, será el entrenador de la Séptima División y estará a cargo de la categoría 2002.
En diálogo con el Sitio Oficial, manifestó cómo vivió sus primeras horas como nuevo DT del Fútbol Amateur: «Fue como una sensación de desahogo y un poco extraña. Volver al club donde naciste y un día te tuviste que ir. Y ahora regresar, después de un largo tiempo y brindar tus conocimientos a los chicos de Inferiores. Te sentís útil y reconfortado», admitió.
Consultado sobre el mensaje que bajó a los chicos en estos primeros días de trabajo, Perrone reveló: «Les transmití lo que quieren Gallardo y los coordinadores para esta etapa que comienza. Inculcarles lo que es River, tener el sentido de pertenencia. Y hacerles saber que están en uno de los mejores clubes del mundo, donde todos ponen el ojo. De sentir que no se puede dar un centímetro de ventaja. Y como les dijo Gabriel Rodríguez en una charla: que tenemos esto prestado y hay que defenderlo siempre dando lo mejor», indicó.
¿Cómo se hace para recomponer la «maquinaria» y que vuelvan a aparecer grandes talentos, sobre todo de mitad de cancha hacia adelante? «Es cierto que hoy no salen más esos jugadores distintos que salían antes. Pero sí hay muy buenos proyectos, River ha vendido muy buenos jugadores en este último tiempo. Lanzini, Driussi, Funes Mori, Mammana, etc. Que están todos triunfando en Europa y jugando en la Selección Argentina. Eso demuestra que son de calidad y categoría. Y tienen el sello futbolístico del Club», afirmó.
Por su parte, resaltó las dificultades que tienen todos los clubes del fútbol argentino para reemplazar a sus figuras que surgen del semillero: «El jugador bueno que aparece enseguida es vendido. Y no es fácil sacar otro que lo reemplace enseguida, tenga la misma categoría y pueda adaptarse rápido a la Primera. Entonces tenés que hacer un trabajo, donde abajo haya buenos valores con la capacidad de que algunos tengan las virtudes de poder llegar a la Primera y en un tiempo prudencial, no sólo estén en condiciones de reemplazar a los que se van, sino que muestren su propio talento», explicó.
Por último, contó que significa agarrar una categoría que viene de salir campeón en el 2017: «Es un desafío lindo. Yo les dije que vienen de salir campeones en Octava y todos los equipos van a querer ganarle. Está en ellos saber que van a tener que mejorar cada día y esforzarse el doble para poder estar en la pelea otra vez. Y desde lo individual potenciarse, mejorar su nivel y agregando calidad a su juego», concluyó.
