River cayó ante Vélez por la mínima diferencia y sumó una nueva frustración en la Superliga. En el millonario se fue expulsado Enzo Pérez por doble amonestación. Con la caída en Liniers, el elenco de Marcelo Gallardo acumula seis derrotas consecutivos en condición de visitante.
Otro partido para el olvido. Otro encuentro en el que River volvió a chocar contra sus propias limitaciones y dejó una imagen más que preocupante. Es que el millonario no sólo jugó un mal partido (uno más). También se quedó con las manos vacías y muy lejos del nuevo objetivo, que es meterse en la pelea por la clasificación a las copas para el 2019.
En la primera etapa, elenco del Muñeco padeció el partido. No estuvo fino con la pelota, no tuvo profundidad en ofensiva, no tuvo firmeza en la marca y perdió la mitad de la cancha cada vez que tuvo que entrar en el terreno del combate. Tal es así, que Bruno Zuculini se salvó en un par de oportunidades de irse temprano a las duchas. Si no fuera por Franco Armani, River se hubiese ido al descanso en desventaja.
No estaba dentro de lo planeado, pero Marcelo Gallardo tuvo que mover el banco desde el arranque del complemento. Salió Zuculini, ingresó Ponzio. Sin embargo, cambió para no cambiar. El millonario siguió adoleciendo de los mismos problemas que presentó en los primeros 45 minutos. Para colmo, Enzo Pérez cometió otra tontería y vio la doble amarilla cuando promediaba el complemento. Así, el gol del local estaba al caer. Y llegó a los 25 minutos, luego de un error del experimentado Leo Ponzio en la salida. Toda una postal de este presente insólito de River.
Como sucedió en muchos partidos de esta Superliga, el elenco del Muñeco salió a remontar un resultado adverso con el «empuje» como única herramienta. «A los ponchazos», como dirían en el barrio, con un poco de amor propio de Rodrigo Mora y no mucho más.
Con esta nueva derrota, River ostenta una marca negativa que no sufría desde 1940: acumula 6 derrotas consecutivas en condición de visitante. El millonario no levanta cabeza y deja más dudas que certezas con el correr de los partidos.
