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TIRASTE GAS, ABANDONASTE…

Un día como hoy, hace tres años, los hinchas de Boca tiraron gas pimienta y atacaron de manera cobarde a los jugadores de River en el encuentro de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores 2015. ¡Tiraste gas, abandonaste, lo suspendiste porque no tenés aguante!

El 14 de mayo de 2015 quedó grabado para siempre en la historia de la Copa Libertadores como uno de los actos más tristes y cobardes perpetrados en una cancha de fútbol. Tres años después es recordado por algunos como «el día del gas pimienta», o el «día del abandono» para otros.

El tristemente célebre «Panadero» Napolitano pasó a la historia como el gran protagonista de una serie superclásica que quedó inconclusa. Con el aval de «alguien de adentro» (¿algún día la justicia comprobará la complicidad de dirigentes y barras?), a este hincha conocidos por todos «se le fue la mano» y lo que iba a ser una simple cargada, casi termina en tragedia.

Leonardo Ponzio, Leonel Vangioni, Matías Kranevitter, Jonatan Maidana y Sebastián Driussi fueron algunos de los futbolistas alcanzados por el famoso «gas pimienta», que los obligó a recurrir de inmediato al hospital Santa Lucía por la gravedad de lo ocurrido. Sus colegas boquenses, muy poco solidarios, querían jugar el partido igual. Un papelón.

La imagen dantesca se completó con el ingreso de Rodolfo D’Onofrio al campo de juego para defender a los suyos, el descontrol del Vasco Arruabarrena y la orden de Burzaco de continuar el partido, porque el circo (y el negocio) siempre deben continuar. Luego de dos horas de idas y vueltas, finalmente la CONMEBOL comprendió que el partido no podía continuar y la barbarie se trasladó a una de las plateas, donde aguardaban la salida del plantel millonario para despedirlos con una lluvia de botellas y proyectiles, como frutilla del postre.

Todavía no hubo unas disculpas sinceras del presidente Daniel Angelici. «El gas pimienta fue una broma y salió mal», se animó a declarar públicamente, sin sonrojarse. El entonces entrenador Arruabarrena dio una conferencia de prensa penosa, hablando de valores y con una ausencia de autocrítica espantosa. El Mundo Boca sigue convencido y sostiene que esos 45 minutos inconcluso debieron jugarse, sin hacerse cargo de lo que les toca. Hay cosas que no vuelven atrás. Hay manchas que no se borran nunca más. El 14 de mayo de 2015 es una de ellas. Una vergüenza mundial.