River Plate finalizó su pretemporada en Estados Unidos con saldo positivo: funcionamiento colectivo, rendimientos individuales en alza, triunfos en los amistosos y ningún lesionado.
La segunda pretemporada del año en Orlando finalizó para River con buenas señales. Luego de un considerable parate por el inicio de la Copa del Mundo, el millonario puso manos a la obra con el foco puesto en el triple objetivo: Copa Libertadores, Copa Argentina y Superliga 2018/19.
Con casi tres semanas de trabajo en el lomo, la pretemporada en Estados Unidos arrojó un saldo más que positivo. Desde del punto físico, los futbolistas bancaron las cargas y no hay una sola baja por lesiones, más allá de alguna molestia menor. Desde lo futbolístico, el Muñeco pudo reforzar la idea y los amistosos así lo demostraron. Un equipo que hace de la «presión alta» una marca registrada.
De Saprissa a Millonarios, River evidenció una mejora desde lo colectivo que entusiasma. Además, presentó algunos rendimientos individuales en alza. El caso más notable es el de Ignacio Fernández, a quien sus compañeros bautizaron como «Iniesta», un poco en broma, un poco en serio.
Este último partido ante DIM permitió ver a varios juveniles que están haciendo sus primera armas. Más que promisoria la aparición del cordobés Cristian Ferreira, que también había ingresado en los dos primeros partidos y entregó destellos de toda su calidad. Por su parte, Santi Sosa y Nahuel Gallardo no desentonaron y tuvieron un nivel aceptable para lo que se espera en una primera pretemporada. Además volvió Moreira, siempre importante en la Era post-Mercado.
Saldo positivo para este River de Gallardo, que tendrá su primer examen por los puntos el domingo ante Central Norte, por los 32vos. de la Copa Argentina. La base está.
