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EL MUÑECO VOLVIÓ A SUPERAR AL CHACHO EN OTRO MANO A MANO.

Se conocen desde hace mucho tiempo. Fueron compañeros y compartieron vestuario y plantel. Fuera de la cancha son amigos. Por eso, el encuentro de este miércoles en el Monumental tenía un condimento especial. Más que un partido de fútbol, en la previa de presentaba como una partida de ajedrez.

Eligieron caminos contrapuestos. El Chacho mostró todas sus cartas y confirmó su equipo un día antes. Hasta los suplentes anunció. El Muñeco, recluido en su búnker de Cardales, escondió su juego hasta el final. Terminó parando un equipo «lógico» por lo que venía probando, pero nadie se animaba a arriesgar horas antes del partido quiénes iban a ser los once titulares. Mucho menos los suplentes. A tal punto que la cuenta oficial de Twitter publicó imágenes del vestuario local con veinte camisetas colgadas. No aparecía ni la de Cristian Ferreira, que terminó siendo parte de los suplentes en reemplazo del Pity, para sorpresa de casi todos.

En el verde césped. el DT millonario volvió a propinarle una paliza táctica a su par de Racing. En la previa imaginó un partido con transiciones rápidas en el medio y un permanente mano a mano por las bandas. Quien ganara en esa zona, podría prevalecer en el desarrollo. Por eso, prescindió de un jugador con cartacterísticas defensivas en la mitad de la cancha (por ejemplo, Martínez Quarta) y apostó a un trinomio de volantes mixtos (Nacho Fernández, Enzo Pérez y Exequiel Palacios).

La jugada le salió bien, porque desde la presión de los mediocampistas y los laterales apostados casi en la mitad de la cancha no sólo acotaron las posibilidades de pase de su rival, sino que además siempre contó con superioridad numérica para recuperar y lanzarse con mucha gente al ataque. Así, cada avance de River fue una puñalada para La Academia, que no le encontró nunca la mano al partido.

De esta manera, Napoleón volvió a vencer en una de esas paradas difíciles que tanto le gustan. Cinco triunfos, un empate y apenas una derrota del Muñeco frente a su amigo el Chacho. Una nueva pulseada para el gran estratega que tiene River.