Parece imbatible. Cuando el delantero se acerca, su imagen se agiganta, al tiempo que el arco se achica. Como lo sufrieron la mayoría de sus rivales, anoche lo padeció Independiente. El Chacho Coudet admitió que no lo quiere ver más. Habrá que ver si Ariel Holan tuvo pesadillas con el #1 de River.
Franco Armani volvió a ser determinante para que el millonario culminara nuevamente con el arco en cero. Esta vez, con un poco de «ayudín» y complicidad de los palos, es cierto. Pero el arquero oriundo de Casilda apareció en los momentos claves, en esos diez o quince minutos que tuvo Independiente en cada tiempo para generar peligro y situaciones muy claras en el arco de los de Núñez.
La primera intervención de Armani se produjo a los 18 del primer tiempo. Maxi Meza quiso colocarla en un ángulo, el travesaño devolvió el balón y cuando Silvio Romero se relamía para definir, el #1 metió un manotazo abajo que provocó el primer lamento de todo Independiente. No fue mucho lo que generó el Rojo en esos primeros 45 minutos. Por eso, recién apareció a 9 del final para manotear por encima del travesaño un cabezazo llovido de Fabricio Bustos.
En el complemento, Franco tuvo algo más de acción. A los 12 minutos protagonizó, tal vez, la atajada más espectacular desde que se calzó el buzo millonario. Maxi Meza le sirvió el gol a Emmanuel Gigliotti, que llegó algo forzado a la definición pero alcanzó a puntear de cara al arco. Sin embargo, apareció la inmensidad del arquero de River para salvar otra vez al equipo de Marcelo Gallardo, con una volada que recordó al viejo y querido «parapam» de Trapito Barovero en la semifinal de Copa Sudamericana ante «ellos».
Sobre el cierre, el Diablo Rojo volvió a llegar con un balón detenido. El buscapié de Gastón Silva encontró un leve desvío en Alan Franco, pero Armani estuvo atento y atajó en el primer palo, justo sobre la raya, cuando varios en la platea Bocchini estaban levantando los brazos para cantar anticipadamente el gol que no fue.
Con este nuevo cero a cero, Franco Armani llegó a la cifra de 19 vallas invictas en solo 30 partidas. Además, contando los últimos 20, apenas recibió 4 goles. No alcanzó el récord histórico del fútbol argentino, ¿pero qué importa? River tiene un arquero de otro planeta. A disfrutarlo.
