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RIVER SE QUEDÓ CON OTRO SUPERCLÁSICO EN TERRITORIO RIVAL (IMAGEN: Getty)

Con goles de Gonzalo Martínez e Ignacio Scocco, el millonario venció al xeneize 2 a 0 en la Bombonera y se quedó con un nuevo Superclásico. A pura inteligencia, carácter y contundencia, el elenco del Muñeco se quedó con otro derby y festejó en casa del eterno rival.

En la primera etapa, el conjunto local tuvo su primera aproximación a los 5 minutos de juego, a través de un remate de Darío Benedetto desde media distancia. Armani, atento, alcanzó a desviar al córner.

La reacción del millonario no tardaría en llegar. Exequiel Palacios recuperó en la mitad de la cancha, avanzó con espacios y metió una pelota filtrada al corazón del área. Emmannuel Más falló en el rechazo y el Pity no perdonó: clavó una volea tremenda contra el palo izquierdo de Rossi, idéntico al tanto que había marcado en el último derby disputado en la Bombonera. Golazo de River, que en la primera llegada neta logró abrir el marcador.

Tras el tanto del equipo del Muñeco, Boca salió con todo en busca de la igualdad. Estuvo cerca de llegar a ella a partir de un par de desbordes de Cristian Pavón sobre el sector derecho de la defensa del Más Grande. Ni Jara ni Tévez lograron aprovechar sus oportunidades.

De contra, el millonario pudo estirar la ventaja, pero falló en el último pase. Para colmo, el recién ingresado Cardona le metió un codazo en la cara a Enzo Pérez que Mauro Vigliano sancionó apenas con una tarjeta amarilla. Insólito.

En el complemento, el eterno rival arrancó mejor y por momentos sometió al elenco del Muñeco, al menos en el primer cuarto de hora. A los 3 minutos intentó Cardona con un remate desde afuera del área, que se fue muy cerca. A los 6, Pavón metió un centro milimétrico y Benedetto, con una tijera, definió por encima del travesaño. Muy cerca. A los 16, otra vez llegó al local, esta vez por intermedio del balón detenido y de la buena pegada de Cardona. El balón se fue cerca del ángulo superior izquierdo de Armani.

Se venía Boca y Gallardo decidió mover el banco para acomodar algunas piezas: Bruno Zuculini por Enzo Pérez y Nacho Scocco por Lucas Pratto. A los 23′, el millonario construyó su primera jugada colectiva en función de ataque: Juanfer jugó con Borré, el Panita con Scocco, y Nacho le rompió el arco con un derecho que se metió arriba, bien esquinado, inatajable para Rossi.

A partir de ahí, con el golpe anímico del 2-0, River tomó nuevamente las riendas del partido. Manejó más y mejor la pelota, se hizo dueño de los tiempos y los momentos mentales, mientras que su rival cayó en la desesperación y la impotencia. Sólo en el cierre, con dos córners consecutivos y un cabezazo de Izquierdoz que dio en el travesaño y otro de Sebastián Villa que alcanzó a descolgar Armani del ángulo, estuvo cerca de llegar a un descuento que nunca alcanzó.

Con oficio, temple, carácter, inteligencia y contundencia para pegar en los momentos justos, el equipo de Marcelo Gallardo volvió a ganar otro Superclásico y vivió otro día perfecto en la Bombonera.