Juan Fernando Quintero y Rafael Santos Borré tuvieron apariciones decisivas en el segundo tiempo y le dieron a River la victoria cuando parecía que se venía la noche. Goles con aroma de café, Made In Colombia.
Los colombianos volvieron a poner la cara. En el momento en el que las papas quemaban e Independiente no sólo había conseguido el gol de visitante, sino que también había «planchado» el partido, dejaba que el tiempo transcurriera y parecía que River no tenía respuestas, aparecieron los cafeteros de La Banda, para meter al Millo en semifinales.
El destino del encuentro cambió a los 11 minutos del complemento, cuando Silvio Romero marcó el 1 a 1 transitorio que le daba la clasificación a los de Holan. Allí, Marcelo Gallardo paró el ingreso de Bruno Zuculini y mandó a la cancha Juan Fernando Quintero. El astro colombiano, con espacios y resto físico, saca ventajas. Lo demostró con ese golazo que anotó a los 24 minutos del segundo tiempo, con una definición exquisita, de zurda, junto a un palo, para hacer delirar a más de 66 mil almas que coparon el Monumental.
Si lo de Juanfer fue para destacar, lo de Rafael Santos Borré fue lisa y llanamente descomunal. El ex-Deportivo Cali volvió a ser una pieza clave del ataque de River desde el arranque, no sólo por el desgaste que hace para apretar a los defensores rivales: cuando tiene la pelota en los pies, marca la diferencia. A los 40′, cuando el Rojo iba en busca del empate, culminó una gran contra que inició Nico De La Cruz. El atacante lo midió a Campaña, se tomó ese segundo de más que muchas veces no toma y la clavó en el ángulo. ¡Pero que viva Colombia!
