El operativo de seguridad en el estadio de Quilmes fue un absoluto fracaso: inoperancia, represión y miles de hinchas con su entrada en mano que se quedaron afuera. ¿La vuelta de los visitantes? Así parece imposible.
Los hinchas de River la pasaron muy mal en la previa. Justo en la semana que el Presidente de la Nación Mauricio Macri instaló la idea del regreso del público visitante,la multitud que acompañó al millonario hasta el Centenario de Quilmes vivió una pésima experiencia en los accesos, antes, durante y después del partido.
Todo transcurría con absoluta normalidad hasta que a los uniformados se les fue la situación de las manos. Como sucede siempre, el operativo armó un embudo con escudos humanos para contener a miles de personas que llegaban con su entrada en mano. Hasta que comenzó una represión indiscriminada. Algunos, a decir verdad, fueron detenidos con entradas falsificadas o que correspondían a otro evento.
Nada justifica el accionar de la Policía de la Provincia, que volvió a responder con una violencia inusitada e innecesaria. Otro fracaso de APREVIDE, que demostró una incapacidad para para prevenir desmanes que asusta. Con estas fuerzas de seguridad inoperantes NO HAY MANERA QUE VUELVA EL PÚBLICO VISITANTE. Les queda enorme.
