La decisión arbitraria de CONMEBOL de trasladar la segunda final al Santiago Bernabeu de Madrid entra en contradicción con lo que indica el artículo 34 de la Copa Libertadores. Los abogados de River se apoyarán en este incumplimiento para apelar la sanción y recuperar la localía en el Monumental.
En River vuelan de bronca. No es para menos. Luego de conocer el fallo de la CONMEBOL y de escuchar las palabras de su presidente, en el millonario se sienten traicionados por el propio Alejandro Domínguez, que firmó un documento que también lleva el refrendo de Rodolfo D’Onofrio y Daniel Angelici en el que asumen que el club de Núñez no fue responsable de los incidentes que sucedieron en las adyacencias del estadio Monumental.
Más allá de este «pacto de caballeros» incumplido por Angelici y ahora por Domínguez, la dirigencia de River se agarra de otro documento, todavía más contundente: el reglamento de la CONMEBOL Libertadores. Hay un artículo, el número 34, que indica en su apartado que «la condición de local es obligatoria y no podrá ser cedida ni modificada por ninguna causa, al igual que el orden cronológico de los encuentros en todas las fases».
De esta manera, la decisión arbitraria de trasladar el encuentro de vuelta de la final al estadio Bernabeu es un incumplimiento de la CONMEBOL a su propio reglamento. Otra desprolijidad del ente organizador. A esta altura, ¿sorprende?
