River sacó a relucir su chapa copera, venció a Palestino 2 a 0 en Chile y se metió de lleno en los octavos de final de la Libertadores. Los tantos del Más Grande los anotaron Javier Pinola e Ignacio Fernández. Ambos culminaron con diez por las expulsiones de Julián Fernández y Rafael Borré.
El millonario viajó a Chile con un objetivo claro: conseguir una victoria que lo clasificara de manera directa a los octavos de final de la Copa Libertadores y no tener que depender de otros resultados en el cierre de la fase de grupos.
En un partido reñido, en el que ambos salieron a morder y repartieron momentos de dominio, el equipo del Muñeco hizo la diferencia desde su arma más letal: el balón detenido. Fue así que a los 30 minutos, luego de una falta de Julián Fernández sobre Nicolás De La Cruz, Nacho Fernández lanzó un centro milimétrico al segundo palo y Pinola, de palomita, cruzó la dirección y colocó el balón contra el palo derecho de Nacho González.
En el complemento y con el resultado a favor, el vigente campeón de la Copa encontró más espacios para lastimar. A los 17 minutos, el recién ingresado Exequiel Palacios jugó con De La Cruz, que tocó de primera y habilitó a Fernández, que no llegó al pase del uruguayo pero provocó el error del arquero rival. El #1 de Palestino no pudo controlar, se le escurrió la pelota por mirar el movimiento del volante millonario y Nacho, con el arco libre, empujó de zurda para establecer el 2-0.
El local esbozó una tibia reacción. Probó con algunos remates desde afuera y tuvo el descuento en los pies de Lucas Passerini, que tuvo una situación inmejorable pero su remate pegó en el poste. Para colmo, a los 28 minutos se fue a las duchas Julián Fernández por un planchazo descalificador contra Enzo Pérez. Sobre el cierre, Rafael Borré no quiso ser menos, metió un manotazo y también vio la roja directa, a dos minutos del pitazo final.
No hubo tiempo para mucho más. El equipo de Napoleón sacó a relucir nuevamente su chapa copera y consiguió la victoria que fue a buscar. El campeón ya está en octavos. Ahora sí empieza la verdadera Copa.
