El primer equipo de fútbol femenino cayó ante UAI Urquiza en la última fecha y no pudo alcanzar el título deseado. Las Furgoneras vencieron 4 a 0 y se consagraron bicampeonas.
Las millonarias llegaron a la última fecha con la posibilidad de definir el torneo en casa. River dependía de sí mismo para dar la vuelta olímpica, pero al mismo tiempo tenía la difícil misión de vencer a UAI Urquiza, vigentes campeonas del Torneo de AFA. Una igualdad o una derrota le permitirían a la Furgoneras quedarse con el bicampeonato.
La tarde comenzó torcida para las dirigidas por Daniel Reyes. A los 6 minutos, Belén Potassa puso el 1 a 0 para la visita luego de una seguidilla de errores defensivos. En la primera que tuvo, UAI no perdonó y comenzó a sentenciar la historia casi desde el vestuario.
El equipo de Villa Lynch dominó ese primer tramo del partido y llegó al segundo a través del balón detenido. Yohana Masagli, de tiro libre, estiró la ventaja a los 22 minutos de juego. Y más allá que a River le costaba generar situaciones, estuvo cerca del descuento pocos minutos después, con un cabezazo de Mercedes Pereyra que se fue ancho.
En el complemento, Reyes salió a quemar las naves y decidió el ingreso de Gabriela Chávez por Stephanie Melgarejo. Ahí armó una línea de tres defensoras en el fondo para copar con más gente la mitad de la cancha y presionar a UAI Urquiza en su campo. Sin embargo, a los 15 minutos Melina Moreno vio la segunda tarjeta amarilla y se fue rápidamente a los vestuarios.
Otra vez a cambiar esquema. Afuera Morcillo, adentro Vargas. Sin embargo, las millonarias se vieron otra vez perjudicadas por la doble amonestación de Camila Bravo. River se quedaba con dos jugadoras menos de mitad de cancha hacia atrás y la UAI lo aprovechó al máximo en el último cuarto de hora.
A los 30 minutos, la ex-River Mariana Larroquette anotó el 3 a 0 para dirigidas por Germán Portanova. Con River totalmente lanzado al ataque en busca del descuento que no pudo encontrar, UAI amplió la diferencia a los 46′ a través de Paula Ugarte.
De un lado fue toda felicidad y alegría. Del otro, lágrimas de tristeza y desazón. Más allá de la derrota, las chicas de River se quedaron en el campo de juego y aplaudieron a las bicampeonas del fútbol argentino cuando recibieron el trofeo. Un gesto que las enaltece. Mucho más después del enorme torneo que hicieron. Habrá revancha. ¡Vamos las pibas de RIVER!
