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EL MILLONARIO SACÓ A RELUCIR OTRA VEZ SU CHAPA COPERA (IMAGEN: Prensa River)

El millonario logró su pase a semifinales tras empatar uno a uno en condición de visitante frente a Cerro Porteño, en un partido que relució su chapa de candidato, con mucha templanza y personalidad.

El partido pareció comenzar cuesta arriba para River, que salió a presionar alto, tratando de imponer el juego que nos tiene acostumbrados. Su rival, en tanto, se mostraba más adelantado en cancha a diferencia de lo hecho en el Monumental, mostrando mucha pierna fuerte y tratando de pasar rápidamente las líneas, atacando mayormente por los costados.

Tal es así que en la primera jugada de peligro para los locales llegó la ventaja. Un gran gol de cabeza de Haedo Valdez, que superó la marca de Robert Rojas, de flojo partido, esquinando un remate que sorprendió a todo River.

Ahí comenzó un nuevo partido, a raíz del tempranero gol de los guaraníes. El millonario lo sufrió y le costó mucho hacer pie en ese primer tiempo. La defensa sufría mucho las imprecisiones de Robert Rojas, el mediocampo no encontraba conexión entre Palacios y Nacho Fernández con Borré y Suárez, Zuculini hacía extrañar a Enzo Pérez y River vivía minutos de asedio y no encontraba su lugar en el partido.

Cuando se cerraba el primer tiempo, Armani tapó un mano a mano fundamental, que significaba la igualdad de la serie para los locales y un duro golpe para el millonario, pero como siempre agigantó su figura. El Más Grande se fue al descanso sabiendo que si en la vuelta al partido cometía un gol liquidaba la serie.

La segunda mitad arrancó de la misma manera. Cerro salió a buscar ese gol que lleve el partido a los penales, en tanto, el Millo debía mejorar y cambiar el chip de cara a lo que quedaba del encuentro. River parecía mejor parado. Palacios se hacía eje, Borré y De la Cruz no paraban de correr y hacer el desgaste, Suárez lúcido y rápido sabia que iba a tener su chance.

Así sucedió a los 7 minutos, luego de un pelotazo de Borré. El delantero cordobés le ganó en velocidad a su marcador y quedó mano a mano con Carrizo. JP hizo la de Dios y tapó el empate, pero De La Cruz capturó el rebote y con un remate seco agarró caminando al 1 de Cerro y la clava en el fondo de la red.

El empate planchó el partido. Cerro absorbió el golpe y no supo cómo revertir el resultado, El millonario de ahí en más manejó el partido y lo llevó lejos del arco de Armani. También generó alguna situación como para ampliar el marcador, pero no estuvo fino en la definición. De todas formas, le alcanzó para cerrar la serie y sellar su pase a semifinales.

Este equipo mostró su carácter, su templanza y saber cómo jugar esta clase de partidos pese a todo lo vivido en las últimas 24 horas. Ahora se viene Boca por triplicado, y el conjunto de Napoleón buscará seguir haciendo historia ante su eterno rival.