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EL MILLONARIO FUE MÁS PERO SE LLEVÓ DEMASIADO POCO.

River y Boca no se sacaron ventajas: empataron en cero en un partido que debió ser para el millonario, que jugó mejor, pero que no pudo concretar. El equipo de Alfaro fue al Monumental a no perder y se defendió en todo momento. El resumen del partido, en esta nota.

Tanto se especuló con las formaciones en la previa, que finalmente ambos equipos presentaron algunos sorpresas. River con Paulo Díaz y Nacho Fernández desde el arranque; Boca con Jan Hurtado y Franco Soldano, sin la presencia de Carlos Tévez entre los titulares y con la inclusión de tres «5» de marca.

El encuentro dejó en evidencia dos estilos de juego distintos y bien definidos. El equipo de Gustavo Alfaro fue al Monumental a defenderse y jugar al pelotazo, buscando la pelea de sus delanteros contra los defensores del millonario. Además, buscó el roce en la mitad de la cancha y meter mucha gente en el área cuando River lo atacaba.

Por su parte, el elenco de Marcelo Gallardo se plantó en el terreno rival, trató de atacarlo por las bandas, volcando muchas veces su juego por el sector de Milton Casco, que se lo vio muy activo en todo el partido, La vuelta de Enzo Pérez le dio juego y otro ritmo, a diferencia del equipo que jugó el jueves contra Cerro Porteño en Paraguay.

River controló el juego y presionó cada salida del equipo rival, forzándolo al error y al pelotazo. Generó algunas situaciones, pero sin la profundidad necesaria para abrir el marcador. Gonzalo Montiel tuvo la más clara de esa primera mitad, pero su remate fue exigido y pateó por encima del travesaño.

Boca lo aguantó como pudo, tratando de cerrarse con mucha gente en el área. Por momentos River asfixiaba a cada jugador del equipo de la ribera que entraba en contacto con la pelota, ya que tenia encima a por lo menos dos jugadores del Más Grande tratado de recuperar la pelota. River fue el de siempre en esa primera parte. Sólo le faltó concretar lo que insinuaba. Sin ir más lejos, Franco Armani fue un espectador de lujo y prácticamente no tuvo intervenciones , salvo algún centro de pelota parada que respondió con los puños.

La segunda parte no presentó modificaciones tácticas. La visita se plantó defensivamente para no perder, colocando aún más cerca todavía la linea de volantes con la de la defensa, haciendo un equipo largo con los delanteros deambulando en tres cuartos. Por su parte, el millonario era recuperar y atacar. Nacho Fernandez y el Tucu Palacios eran los ejes, mientras que Enzo Pérez seguía jugando con el corazón y contagiando la entrega.

Ambos técnicos realizaron cambios ofensivos, pero el cero parecía cada vez más concreto. Los nervios y la necesidad de no perder se iban haciendo cada vez más fuertes.  En los últimos 15 minutos Boca emparejó un poco el juego y Armani, que no había tenido sobresaltos en todo el partido, envió al córner un tiro libre de Tévez para evitar complicaciones.

El punto fue injusto porque dejó a River con las manos vacías y a Boca contento. El subcampeón de América se terminó llevando lo que vino a buscar, demostrando el respeto que le tiene a su eterno rival. Se nos fue el primero de tres con un sabor amargo. Quedarán los dos choques por Libertadores en donde ambos equipos deberán demostrar otra cosa para justificar el pase de fase a una nueva final.