Nacho Fernández padeció un fuerte golpe en la rodilla que lo condicionó a lo largo de todo el primer tiempo. En el inicio del complemento salió reemplazado por Santiago Sosa. No hubo parte médico oficial, pero fue apenas un susto.
River no la pasó bien en el primer tiempo. Por momentos dio la sensación que jugó con un hombre menos. Es que a los seis minutos de juego se produjo un choque accidental que terminó sacando de la cancha a Ignacio Fernández. Nada más y nada menos que Nacho, el cerebro del equipo de Gallardo. Y no es ninguna exageración.
El volante millonario intentó anticipar a Jhojan Palacios en la mitad de la cancha, pero se llevó la peor parte. Su rodilla impactó contra el cuerpo del ecuatoriano y quedó tendido en el piso. Salió para ser asistido por los médicos, pero evidenció notables dificultades para caminar y pisar. Sin embargo, volvió e intentó seguir. A decir verdad, pudo muy poco.
Las dificultades de Nacho atentaron contra el andar del Millo en ese primer tiempo. No sólo no pudo aportar su talento habitual en los metros finales, sino que además le costó el «trabajo sucio» que suele realizar a la hora de recuperar la pelota. Por eso, el Muñeco decidió mover el banco y mandar a Santiago Sosa desde el inicio del complemento.
Tras el encuentro no hubo parte médico oficial, pero desde el vestuario millonario descartaron de inmediato una lesión de gravedad. Se trataría de un fuerte traumatismo. Un golpe con suerte, a pesar de todo.
