Isotipo_Figuras3
EL MILLONARIO GANÓ, GUSTÓ Y GOLEÓ EN MENDOZA (IMAGEN: Diego Haliasz II Prensa River)

River fue pura contundencia y no tuvo piedad en Mendoza: goleó 6-1 a Godoy Cruz en el Malvinas Argentinas y volvió a sumar de a tres en la Copa de la Liga. Rafael Borré por cuatro, Matías Suárez y Julián Álvarez marcaron los tantos para el equipo del Muñeco. Valentín Burgoa descontó para el local.

River fue implacable casi desde el arranque. A los 5 minutos, Agustín Palavecino metió el primer pase filtrado de la noche y dejó a Matías Suárez mano a mano con el arquero. El cordobés no fue egoísta, levantó la cabeza y dejó a Rafael Borré de cara al gol, para definir debajo del arco y sin oposición. ¿Así de fácil? Sí. Así de sencillo fue el partido para los dirigidos por Marcelo Gallardo, que nueve minutos después construyó la misma jugada, pero con otros intérpretes y desde el otro sector: pase en profundidad de Nicolás De La Cruz, habilitación para Julián Álvarez, centro atrás y gol de Suárez.

A los 18′, el Más Grande llegó al tercero, otra vez con Julián Álvarez y Rafael Borré como protagonistas. Esta vez, con un poco más de fortuna. Alex Vigo comandó el ataque por la derecha, tocó al medio para el Araña y el cordobés, con un remate mordido, terminó habilitando al colombiano, que definió de primera y contra el palo izquierdo de Ibañez.

El fondo del Tomba era un desconcierto y River lo aprovechó al máximo. Tres minutos más tarde, el propio Julián Álvarez construyó desde una jugada individual el cuarto tanto. Comenzó a gambetear casi desde la mitad de la cancha y llegó con mucha facilidad al arco del local. Amagó, gambeteó a Ibañez y definió con mucha categoría.

Antes del cierre, a los 35′ de juego, el equipo del Muñeco llegó otra vez al gol con la misma fórmula de los dos primeros: pase entrelíneas de De La Cruz, centro atrás de Vigo y gol aparición de Borré para anotar abajo del arco y sin oposición. Así, en un abrir y cerrar de ojos, el Millonario liquidó un partido que parecía mucho más bravo en los papeles.

Méndez cambió en el segundo tiempo, rompió la línea de cinco defensas y volvió a los cuatro en el fondo. A River poco le importó. La vieja fórmula, el mismo resultado: pase filtrado de Enzo Pérez y nueva aparición de Rafael Borré, esta vez para definir contra el primer palo y llegar al póker de goles, su primero desde que viste el Manto Sagrado.

A esta altura era un festival. Para colmo, el elenco de Napoleón no sacó nunca el pie del acelerador y fue en busca de más. Hasta que llegaron las variantes y comenzó a pasar factura el cansancio. Y ahí subió un poquito el equipo de Sebastián Méndez, que en una de las pocas llegadas que tuvo llegó al descuento a través de Valentín Burgoa.

El Millo pudo ampliar la diferencia en situaciones muy claras en los pies de Jorge Carrascal, Federico Girotti y Agustín Fontana, tres que ingresaron en el complemento. Fue paliza de principio a fin. Y fue, sobre todo, una gran victoria para reencontrarse con el juego y mantenerse en el lote de arriba. ¡En Mendoza manda River!