(INCLUYE VIDEO) Un día como hoy, hace siete años, el Millonario pisaba fuerte en la Bombonera y vencía 2 a 1 al rival de toda la vida. Manuel Lanzini y Ramiro Funes Mori anotaron los goles del equipo de Ramón Díaz, que rompió una sequía de diez años sin victorias en el Alberto J. Armando. El día del «No Fue Córner». Un antes y un después en la historia de los superclásicos.
No fue el Cordobazo, ni el Rodrigazo. Tampoco el Tucumanazo ni el Rosariazo. Pero tuvo mucho de gesta histórica. El 30 de marzo de 2014, un protagonista impensado se vistió de héroe y le dio al equipo comandado por Ramón Ángel Díaz una de esas victorias que marcaron un hito. Nada fue lo mismo para River después de aquella gesta heroica.
El Millonario llegaba a la Bombonera con una mochila pesada: llevaba diez años sin vencer en el territorio enemigo. Y no era un clásico más: del otro lado estaba Carlos Bianchi en el banco y Juan Román Riquelme en el once titular, con todo lo que eso significaba a la hora de pensar en el pasado reciente. Para colmo, en la semana Juan Carlos Crespi había jugado sus fichas en la A.F.A. y logró que a Leonel Vangioni lo suspendieran por dos fechas. El tiro le saldría por la culata…
Ramón apostó por Ramiro Funes Mori en el lateral izquierdo y ganó. Es cierto que padeció algunos momentos del partido, pero para poder gozar hay que saber sufrir. Tras un primer tiempo bastante discreto, el Más Grande encontró en el complemento un poco más de funcionamiento. Levantaron su nivel Carlos Carbonero, Teófilo Gutiérrez, y Manuel Lanzini, los constructores del 1 a 0 a los 12 minutos de juego.
River se agrandó con el grito de Manu Lanzini y pareció tomar el timón del partido. Sin embargo, a los 22 minutos y tras una dura falta de Gabriel Mercado, Boca le sacó el jugo a un tiro libre en el vértice del área y Juan Román Riquelme la colgó en el ángulo. Marcelo Barovero no tuvo nada más que mirar la pelota cómo entraba. 1 a 1 y a empezar de nuevo.
A los 40 minutos, Jonatan Maidana metió un pase a las espaldas de Grana para el pique veloz de Manu Lanzini. El lateral boquense se tiró a barrer y mandó la pelota al tiro de esquino, pero antes pareció rozar en el hombre de River. ¿No fue córner? El propio Manu lanzó desde la izquierda, Agustín Orión salió a descolgar a destiempo y apareció la cabeza de Ramiro Funes Mori para silenciar a la Bombonera por completo.
El superclásico valió mucho más que tres puntos. Fue el puntapié inicial para una época gloriosa en materia de los River-Boca que vendrían años después. Cinco eliminaciones consecutivas y el 9 de diciembre de 2018 como estandarte de la final más importante de la historia. Sin el «Ramirazo», nada hubiese sido igual.
