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EL MILLONARIO TUVO OTRA NOCHE ÉPICA EN LA LIBERTADORES (IMÁGENES: Getty Images)

En un partido histórico e inolvidable, River Plate venció a Independiente Santa Fe 2 a 1 y trepó hasta la cima del Grupo D de la CONMEBOL Libertadores. Fabrizio Angileri y Julián Álvarez marcaron los goles en el equipo del Muñeco, Kelvin Osorio descontó para los colombianos. El Millonario tuvo a Enzo Pérez en el arco y aguantó los noventa minutos sin sustituciones. ¡Otra noche épica para el equipo del Muñeco!

Tuvo que afrontar la semana más difícil en muchísimo tiempo. Recibió un revés de la CONMEBOL, que no le permitió sustituir dos arqueros y debió saltar al campo de juego con once hombres, sin suplentes y con Enzo Pérez en el arco. Y como si todo esto formara parte de un cuento de Roberto Fontanarrosa, el improvisado guardametas salió a jugar con una distensión en el isquiotibial. Por todos estos condimentos, lo de River fue una verdadera hazaña.

La noche mágica comenzó a mostrar buenas señales desde el vamos. A los dos minutos, Agustín Fontana tuvo el primer mano a mano de la noche. Definió a quemarropa, con un bombazo con la cara externa de la pierna derecha. La pelota se fue apenas desviado.

El propio Fontana, pocos segundos más tarde, volvió a quedar mano a mano con Castellanos y esta vez la quiso meter entre las piernas del arquero. La pelota reboté en sus piernas y en el rebote apareció Fabrizio Angileri para definir con el arco libre. River golpeó primero y arrancó mejor que el elenco colombiano, que parecía desbordado cada vez que perdía la pelota y lo atacaba el millonario.

El elenco del Muñeco, tres minutos después, volvió a festejar. Mucho mérito de Héctor David Martínez, que buscó a Julián Álvarez desde una pelota parada detrás de la mitad la cancha. El cordobés aprovechó la siesta de la defensa de Independiente Santa Fe, mató el balón con el control y clavo su remate en el ángulo con una bolea impresionante. Golazo de River, que tuvo un inicio insospechado.

A partir del 2-0, el Más Grande intentó manejar los tiempos y la temperatura del partido. Se prepuso jugar bien lejos de Enzo Pérez, que no padeció demasiado en esos primeros cuarenta y cinco minutos. Y no sólo eso: a los 38 minutos, Julián Álvarez estuvo muy cerca de marcar el tercero para el local. El arquero santafereño, con una doble tapada, evitó una nueva caída de su valla.

En el complemento, el cansancio hizo mella en River, que se dedicó más a aguantar el partido y tratar de sacar alguna contra. Jugó más cerca de su área y le costó tener la pelota, más allá que Jorge Carrascal, de flojo primer tiempo, levantó su nivel y generó algunas faltas para dormir el partido. De tanto ir y buscar, el Cardenal llegó al descuento a los 28 minutos, luego de un desborde de Jhon Arias y el centro atrás para la aparición de Kelvin Osorio, que definió con un toque suave contra el segundo palo.

En el tramo final del encuentro, el Millonario fue puro corazón. Ya sin piernas y con una fatiga evidente, hubo que resistir los mil y un centros que tiró Santa Fe en busca de algún error. Una imagen que se repitió hasta el pitazo final de Víctor Carrillo.

Fue estoico lo de River, que se llevó una victoria inolvidable en una noche mágica, que será recordad para siempre. Contra todo. Contra todos. ¡EL MÁS GRANDE DE AMÉRICA SIGUE HACIENDO HISTORIA!