River no pudo con Fluminense y cayó 3-1 en el Monumental, pero Independiente Santa Fe le dio una mano grande: igualó sin goles ante Junior y clasificó al Millonario a los octavos de final. Federico Girotti anotó el único tanto del Más Grande, mientras que Caio Paulista, Nené y Yago Felipe marcaron para la visita.
Fluminense se puso en ventaja a los 22 minutos de juego. Todo nació de una pelota que perdió Carrascal en ataque y terminó en un contragolpe que agarró mal parado al fondo de River. Fred lanzó el centro y encontró a Caio Paulista, que definió de primera ante la estirada de Armani.
River esbozó una reacción y en la siguiente jugada estuvo cerca del empate a través de un jugada individual de Carrascal, pero el parante derecho le dijo que no. Sin embargo, siguió dando ventajas en la última línea y el segundo de la visita no tardó en llegar. A los 29 minutos, Nené sacó un zurdazo y le rompió el arco a Armani.
En el inicio del complemento, Yago Felipe estuvo a punto de anotar el tercero, pero su remate reventó el travesaño. Para colmo, el elenco del Muñeco se quedó con uno menos por la tonta expulsión de Jonatan Maidana, tras una agresión sin pelota que le valió la roja directa.
Parecía un panorama muy oscuro para River, pero se volvió a meter en el partido a cinco minutos del final. Agustín Palavecino, que había ingresado impreciso, metió una bocha divina para el desborde de Julián Álvarez, que buscó a Girotti y el Tanque no falló: definió con un toque de primera y anotó el descuento para el Millo.
River fue a quemar las naves en los minutos finales y volvió a pagar en el fondo. Otro contragolpe que agarró al equipo lanzado y Fluminense aprovechó las espaldas de David Martínez para llegar al 3-1 a través de Yago Felipe, que ya había avisado con un remate en el parante. Esta vez no falló y sentenció la historial en el Monumental.
El equipo de Napoleón ahora dependía de lo que sucediera exclusivamente en Ecuador. Y las buenas noticias no tardaron en llegar. Junior no pudo con Independiente Santa Fe, igualó sin goles y esto permitió que River se metiera en los octavos de final. Casi por la ventana. Casi de manera milagrosa. ¡Que sea otro guiño del destino!
