El Millonario tuvo otra gran noche en el sur y goleó a Lanús: venció 3-0 con tantos de Bruno Zuculini y Nicolás De La Cruz por duplicado y cosechó su segundo triunfo consecutivo en la Liga Profesional. Matías Suárez, la figura de River, se retiró con una molestia en el aductor y es preocupación pensando en lo que viene.
El choque entre River y Lanús era, en la previa, un buen parámetro para determinar dónde estaban parados ambos equipos. Los de Gallardo venían de dos victorias al hilo -uno por Copa Libertadores, otro por torneo- y rendimientos convincentes. Los dirigidos por Zubeldía también llegaban bien pisados: dos triunfos en la Liga y ocho goles, cuatro de ellos ante el último campeón.
El partido, como se preveía, fue palo y palo desde el vamos. Lanús intentó imponer su intensidad habitual y coparle la parada a River, muchas veces con juego brusco y alguna pierna de más. Y el Más Grande se plantó con su libreto de siempre. Por eso fue un encuentro atractivo, con situaciones de gol en las dos áreas y la sensación que el match se podía romper en cualquier momento.
Hubo que esperar hasta los 30 minutos de juego para llegar a la primera emoción de la noche. Como no podía ser de otra forma, todo nació desde una genialidad de Matías Suárez, que tras un saque largo de Franco Armani y con un movimiento, dejó desairado a Nicolás Taller, primero en la lucha cuerpo a cuerpo y después con un amague antes de ingresar al área. El cordobés levantó la cabeza y tocó hacia la medialuna del área con Bruno Zuculini, que abrió el pie y la puso contra un palo. Golazo.
Antes del descanso, el equipo del Muñeco llegó al segundo grito con otra jugada magistral, que nació esta vez de un cambio de frente de Matías Suárez para Bruno Zuculini. El volante giró y jugó al medio para el ingreso de Nicolás De La Cruz, que remató cruzado y colocó el balón contra el palo derecho del arquero local.
Si algo le faltaba a Lanús para que nunca pudiera ponerse en partido es que River golpeara de entrada en el segundo tiempo. Y así fue nomás. A los cinco minutos llegó el tercero desde la gambeta endiablada de Jorge Carrascal, que eludió tres hombres, lanzó un centro al segundo palo y Lucas Acosta descolgó con un rebote largo. Allí apareció otra vez Nicolás De La Cruz para empujar con el arco vacío y poner cifras definitivas a un encuentro al que le sobraron cuarenta minutos.
Así, River cosechó su segundo triunfo consecutivo en el torneo y se acomodó en el podio de la Liga Profesional. La única preocupación que se llevó del sur fue la molestia en el aductor de Matías Suárez, la gran figura de la noche.
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