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(INCLUYE VIDEO) Marcelo Gallardo habló luego de la victoria ante Talleres y destacó la personalidad de sus dirigidos para sacar adelante un partido adverso desde el principio. Además, ponderó la tarea de los jóvenes del club, explicó por qué demoró en rearmar la línea de cuatro defensores y remarcó que no fue un partido heroico, pero sí que sirvió para dar una nueva muestra de carácter en una instancia clave.

El equipo del Muñeco volvió a hacerlo de nuevo: con un hombre menos desde el minuto siete, pisó fuerte en Córdoba y venció a Talleres 2 a 0. Luego del triunfo en el estadio Kempes, Marcelo Gallardo dialogó con ESPN y dejó su lectura del partidazo que jugo el Millonario ante la T: «Jugar en las condiciones que jugamos, a los 6 minutos del partido con un hombre menos, de acuerdo a lo que teníamos planificado, podría haber cambiado todo y sin embargo decidimos no cambiar nada y ver cómo nos sosteníamos. Si tengo que destacar algo es la gran capacidad de adaptación de los jugadores, de no desvirtuarse, de no confundirse, de no dejarse llevar. La manera de pasar esa situación adversa era controlándolo y lo controlamos. Movimos la posición de Enzo Pérez para no cambiar a ningún jugador de ataque y que nos pudieran dar un poco de aire con la pelota una vez que la recuperábamos. En ese primer tiempo, más allá de algún que otro sofocón, lo sostuvimos bien. Después, cambiamos y pudimos sostenerlo con una entereza tremenda, con una energía enorme y un gran trabajo de equipo que se reflejó en un partido de muchísima tensión, que iba a determinar si los demás se prendían en la pelea o no. Todo eso juego y lo sacamos adelante con una entereza enorme. Estoy muy orgulloso por el esfuerzo de todo el equipo, cómo se brindaron y cómo entendieron el partido. Estoy feliz», indicó el DT de River.

Consultado por la actuación de los juveniles del club, el entrenador del Millo reconoció: «Siempre hay algunas pruebas por las que tenemos que pasar y hoy fue una prueba más, con muchos chicos en la cancha. A veces se aprende en el tránsito. Estos chicos van a seguir creciendo y aprendiendo, en partidos como estos hacen un curso acelerado de ese aprendizaje que tienen que tener para ir resolviendo situaciones adversas. A veces en las fáciles es mucho más agradable, en las paradas más fáciles el talento se refleja con más naturalidad. En los momentos difíciles es donde se muestra el carácter. Y el carácter que mostraron los más chicos, los más grandes, todo el equipo, hizo que nos sintiéramos identificados», explicó Napoleón.

Con respecto a la maniobra preparado que sirvió para abrir el marcador, el Muñeco reconoció que hubo un error en el inicio, más allá del final feliz: «Era una jugada que habíamos evaluado, la habíamos entrenado. Julián se confunde porque creía que la primera jugada desde ese lugar podía caer en el área y era al revés, esa jugada indicaba hacer un tres contra dos por fuera y se dio así. Después ellos la ejecutan y lo hicieron muy bien», señaló.

Por su parte, admitió que la victoria ante Talleres significó un duro golpe no sólo para la T, sino también para Boca Jrs, que venía entonado luego de sus últimas victorias: «Era un partido clave para sacarle diferencia al perseguidor más cercano que era Talleres, en su cancha y con su gente. Ellos tenían la obligación de tratar de descontar. No solamente era para Talleres, sino también para el resto que quería aprovechar este partido para acercarse y generar algún tipo de ilusión. Hoy no solamente ganamos y le sacamos diferencia a Talleres, sino que fue también un golpe para los demás que podían sumarse en la pelea, cosa que vamos a tener que sostener. Yo no lo tomo como algo heroico, sino como una muestra más de carácter, de saber interpretar, de no resignar las formas, de respetar lo que en realidad somos. Eso es lo que me llena de orgullo porque los jugadores lo sienten y lo viven de esta manera», aseguró.

¿Por qué decidiste esperar hasta el segundo tiempo para hacer los cambios y reacomodar la defensa? «Iba a depender de cómo observara esos primeros minutos sin entrar en desesperación, sin dejarnos confundir, ver cómo nos acomodábamos nosotros y qué iba a hacer Talleres. En esos tres o cuatro minutos vimos que iban a tener la pelota pero no iba a ser avasallante. Antes de hacer un cambio, poner a un central y sacar un volante ofensivo, veía cómo se iba a acomodar Enzo Pérez en la posición de primer marcador central y ver cómo hacíamos cuando recuperábamos la pelota, cómo acompañábamos a Julián para no dejarlo muy solo. Nos acomodamos bien en esos cinco minutos y dejé que la cosa fluyera, sin cambiar demasiado y tener esa posibilidad de ataque. La tuvimos con un hombre menos en una jugada colectiva que define Julián y tapa muy bien Herrera. Eso ya era una muestra que no íbamos a resignar el ataque, mostrarle a Talleres que no íbamos a retroceder, que cuando recuperábamos la pelota íbamos a tratar de agredirlos. Eso fue lo que hicimos. En el primer tiempo no sólo logramos eso sino que hicimos el gol y nos pusimos en ventaja, en el segundo fuimos muy inteligentes para sostenerlo con mucho aplomo y personalidad», destacó el técnico del Más Grande.

Por su parte, se refirió a las dificultades que debió atravesar el equipo a lo largo de toda la temporada y destacó el temple de su equipo para superarlas: «Ha sido un año difícil, nosotros tuvimos que desafiarnos también como cuerpo técnico. Es difícil mantenerse en el fútbol argentino con la misma dinámica que uno tiene desde hace mucho tiempo, con el mismo convencimiento. Tratar de respetar una idea y un estilo más allá de la problemática. Eso nos desafía como entrenadores, a los jugadores también porque tienen que sacar cosas que no se estaban viendo. Estos partidos marcan la esencia de un equipo y eso me llena de orgullo. Una vez más y después de tantos años, nos volvimos a mostrar como un equipo que, más allá de las adversidades, se sostiene con cabeza, con ideas y con muchísimo esfuerzo colectivo. Si algo tengo que destacar, es el gran trabajo colectivo que hace el equipo. Hoy lo demostramos una vez más que ante un duro rival y en una cancha difícil, pudimos sacar a relucir ese corazón que hay que tener para jugar estos partidos», remarcó.

Para finalizar, reveló por qué abrazo a todos sus jugadores en el final del partido: «A los grandes porque están grandes y ya hemos vivido bastante, y a los chicos porque están transitando un camino de aprendizaje con una camiseta muy pesada, de mucha historia, donde muchas veces no es fácil para los chicos sostenerse. Yo creo en el desarrollo de ellos, por eso los pongo y los respaldo. Siento que si hay que cuidarlos, los cuido, pero si los tengo que poner los pongo y ellos me responden. Julián Álvarez tuvo tres años de proceso, de altos y bajos, como jugador está en su mejor momento. Todavía tiene mucho para dar y el resto también. Cuando uno ve el desempeño de hoy, uno los quiere abrazar y acobijar», concluyó.

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