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Los casos Angileri - Rollheiser

La situación de Angileri y Rollheiser parece ser tema cerrado por Núñez, pero…¿Qué es lo que realmente pasa con ambos jugadores que pasaron de buenos a villanos en menos de noventa días?

Mucho se habló de lo que pasó con Fabrizio Angileri y Benjamín Rollheiser. Se dijo más por afuera de lo que es básicamente la realidad de ambos. Y es que tampoco ellos ni sus representantes salieron a aclarar una situación que tiene más dimes y diretes. Los opinólogos de las redes, ya tomaron partido por uno de los bandos.

La realidad indicaría que los villanos de la película son los jugadores por no aceptar las condiciones impuestas por el club a solo seis meses que culminen sus vínculos. Que viven un realidad paralela y que seguramente tengan un mismo desenlace, pero créanme que la situación es bien distinta.

Benjamín Rollheiser es el más cuestionado por el hincha, ya que es del riñón millonario. El club lo bancó en momentos difíciles y fue muy respaldado por Marcelo Gallardo, que lo apoyó, le dio minutos y titularidad en momentos claves.

Por el lado de Fabrizio Angileri, pasó del odio al amor. Del pedido a la Selección y de dejar a Casco relegado al día de hoy, que sólo se pide por su cabeza por demostrar que no quiere arreglar su contrato para renovar y que a River le quede algo de todo lo que invirtió en él.

Cierto es que ambos no llegaron a buen puerto en las negociaciones y que tanto uno como el otro solicitaron más dinero para mejorar su situación económica, cosas que desde el club no se vio con buenos ojos, ya que consideraron exorbitantes las cifras pedidas por ambos.

Por el lado de la dirigencia, trató de que no vuelvan a ocurrir los casos recordados de Leonel Vangioni, Marcelo Barovero, Carlos Sánchez y Ariel Rojas entre otros, donde los players no terminaron arreglando y se marcharon sin dejar más nada que un lindo recuerdo en el club de Núñez. Pero…¿Cuál es la situación real de Angileri y Rollheiser? O mejor dicho: ¿Qué es lo que ocurrió?

El mendocino, próximo a cumplir 29 años, tenía en sus planes marcharse al fútbol europeo para hacer la «famosa» diferencia económica. Él cree que es momento de saltar al viejo continente por su edad y condiciones.  Y cree también que el momento es ahora, por lo cual considera que en caso de renovar su cláusula es demasiado alta para las pretensiones que pueda llegar a tener un club por su pase. Hace poco más de seis meses su representante trajo una oferta suculenta e imposible de rechazar desde el futbol turco -seis millones de euros-,pero el club decidió no darle curso porque creía que podía llegar algo aún mejor. No terminó ocurriendo y el mendocino siguió en el Más Grande.

Por ende, y pese a que no fue tomado de la mejor manera, el «Turkito» continuó mejorando y mostrando que tarde o temprano las puertas al viejo continente se terminarían abriendo, aunque lamentablemente el último semestre pasó demasiado tiempo lesionado, el nivel de Milton se potenció y otra vez volvió a quedar relegado.

Las ganas de partir y la falta de ofertas hicieron preocupar a su entorno y hasta el propio jugador, que solicitó una notable mejora salarial. Las ofertas no terminaron llegando y tampoco hubo acuerdo con el club, pese a que en un momento estuvo cerca. Según algunas fuentes cercanas, se cambiaron cosas antes de poner el gancho y las partes se terminaron distanciando…

Por el joven delantero, pese a que la situación es parecida a la del marcador de punta izquierda, la cuestión en cuanto a la comunicación viene de mal en peor. O mejor dicho, nunca existió. Desde su entorno pidieron una mejora contractual que se ubicaba en el bloque de los mejores pagos del plantel. Se intentó, aunque muy poco, porque la postura de del Coronel Suarez fue irreversible. Esta cuestión terminó de alejar las partes en un ciento por ciento y a poco de comenzar el año la brecha se hizo cada vez más grande. No hubo chances que se pudieran volver a sentar a dialogar, porque los puntos estaban muy lejanos.

¿Entonces fue el club el que no quiso verse sorprendido? ¿El que no cedió para que hubiera un acuerdo? ¿Fueron los jugadores que pidieron una locura para continuar en el club? ¿O bien River no aprendió de sus errores del pasado a la hora de dilatar demasiado los tiempos para el arreglo de los contratos?

Lo verdadero de todo esto es que acá solo hay tres perdedores: River en primera medida por perder capital, y los dos jugadores por el tiempo de competencia oficial que no tendrán este semestre y la devaluación que sufrirán en el mercado.

Vos como hincha…¿Qué propondrías para que estos dos casos sean los últimos en marcar el mayor déficit de la continuidad de la gestión?

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