¿Por qué la presentación de un manual de marca implica mucho más que un pequeño cambio en el escudo? River moderniza su imagen, adaptándose a los tiempos que corren y demostrando que el fútbol hace rato que no se juega solamente dentro de la cancha.
Para comprender por qué los clubes tienden a simplificar sus escudos hay que adentrarse en un mundo tan apasionante como indispensable: el del marketing. Las decisiones no son solo estéticas: detrás hay una estrategia, una evaluación minuciosa y un enfoque en lo que mejor se adapta al mercado.
Hoy los equipos son marcas que deben aggiornarse a los tiempos que corren. De esta manera, los escudos pasan a ser un logo que debe ser lo suficientemente versátil para poder adaptarse a un sinfín de aplicaciones y plataformas. Obviamente, siempre es importante mantener la esencia que los identifica.
Es importante entender el Branding como una manera de gestionar la marca, incluyendo no solo una planificación a largo plazo, sino también la elaboración y el control de diversos componentes que maximizan la percepción en la mente del consumidor (debe ser sencillo, identificable y recordable).
«Pero apenas sacaron unas rayitas negras». Para el ojo del hincha puede ser así. Pero esta decisión no es meramente estética, sino que engloba una estrategia elaborada, detallada y probada por gente idónea. La aplicación del logo debe ser exacta, sin distorsiones, y simplificar su diseño colabora mucho con esta tarea.
El principal motivo por el que se están rediseñando la mayoría de los escudos de fútbol es la legibilidad ante los formatos que demandan las diferentes plataformas y aplicaciones digitales. Vivimos en un mundo totalmente digitalizado, donde las imágenes cada día están en más soportes.
Algunas razones por las cuales se cambian los escudos:
• Problemas de legibilidad por texto sobre imagen.
• Elementos no reproducibles (como texturas).
• Tamaño reducido de ciertos elementos.
• Colores que hacen difícil la reproducción exacta.
• Formas desproporcionadas.
Por todas estas (y más) razones técnicas, se tiende a redondear o dar proporcionalidad a los escudos, eliminar elementos pequeños, reducir la cantidad de texto o aumentar sus dimensiones, unificar y simplificar colores. Sobran ejemplos en el mundo. ¿Si nos gusta o no? Ese ya es otro debate.
Quizás varios ni se hayan percatado de que se modificaron levemente las siglas CARP, ni que la banda roja tiene una medida exacta (y un ángulo de 58,66°). Esos detalles, a veces imperceptibles para el ojo humano, tienen una importancia supina en el mundo del diseño y el marketing digital.
En el caso de River, la modernización del logo trae aparejado un cambio total de imagen. La tipografía especialmente diseñada, la paleta de colores, los usos y restricciones, son detalles que le otorgan al Millonario una imagen institucional que se volverá universal. En fin: una identidad de marca muy bien lograda.
En la web del club se puede encontrar el Brandbook (Manual de Marca) para descargar. Una guía con todos los elementos que ayudan a construir la identidad institucional y sus distintas aplicaciones.
River es un universo inmenso que se merecía una identidad así. Un diseño de marca y submarcas que refleje su grandeza, que lo identifique, que hable de su historia y que deje en claro hacia dónde va. Hoy el fútbol se juega más allá de la cancha, y deberíamos celebrar que River así lo entienda.
