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River cerró su llegada en una ráfaga de minutos y Braian Romero comenzó su racha con el pie derecho. Hoy es el suplente natural de Julián Álvarez.

Acostumbrado a desequilibrar como extremo por cualquiera de las dos bandas, en Defensa y Justicia pulió movimientos para mostrar una nueva versión, la de tiburón que huele sangre de frente al arco. Su registro en Florencio Varela, el mismo que le valió el llamado de Marcelo Gallardo, fue de 33 partidos, 21 festejos, dos asistencias, 7 amonestaciones y una expulsión -la única de su carrera- en 2521 minutos disputados. Es decir, una conquista cada 120’. Nada mal.

¿Mantuvo sus números en River? Sí, bastante. Con el del último domingo en la victoria 4-0 frente a Gimnasia de La Plata, Braian Romero acumula 13 gritos y cuatro asistencias en 32 compromisos, con un saldo de tres tarjetas amarillas y ninguna roja al cabo de 1788’. En resumen, infló la red cada 137 minutos pero con menos participación -alrededor de 733’ o mejor dicho 8 PJ- que en su club anterior.

Lejos está de las comparaciones con un diamante en bruto como Julián Álvarez, la venta más cara en la historia del fútbol argentino y que todavía tiene poco más de tres meses, según los dichos de Pep Guardiola, antes de cambiar de camiseta. La Araña ostentó en 2020/2021, su mejor temporada, 24 goles y 15 asistencias en 46 choques, traducidos en 3306 minutos con apenas una amonestación. Sin embargo, su promedio es muy similar al del surgido en Acassuso: un tanto cada 137,75’.

Para más detalles, ocho fueron con la pierna derecha, cuatro con la zurda y uno de cabeza; con la particularidad que apenas dos fueron en la primera mitad, lo que remarca su determinación en el resultado, generalmente ingresando desde el banco. En tres cotejos ni siquiera ingresó mientras que en cuatro no fue convocado, fue baja en otros cuatro por lesión y en dos oportunidades no estuvo entre los concentrados por Covid.

Un adiós es un antes y un después en el relato de cualquier historia. Los desenlaces, muchas veces agónicos, no hacen más que anunciar un huracán que empieza a destrozar todo a su paso en materia emocional. Fue similar el final del cuento con Rafael Santos Borré, que pasó de una incrédula aparición post escala en Europa a armar las valijas con el récord de 55 goles en la era del Muñeco.

El vacío que dejó el colombiano caló hondo y el Millonario movió fichas de manera urgente. Y sorprendió con la llegada del renovado delantero que pasó por las manos de Hernán Crespo y conquistó Copa Sudamericana y Recopa Sudamericana 2021 en el Halcón. Su estreno con la banda roja fue espectacular: convirtió por duplicado en los Octavos de final de la Copa Libertadores, justamente vs. Argentinos Juniors, y poco le importó la ley del ex porque los gritó con alma y vida.

«Estoy feliz de haber llegado acá, trabajando siempre, luchando. Es más de lo que uno soñó, me lo guardo en mi corazón. River no es fácil y es el momento de disfrutar. El grupo se mantiene fuerte, dimos una muestra de carácter y demostramos que fuimos los mejores. River me cambió la vida», expresó en medio de los festejos de la reciente corona de la Liga Profesional. Braian Romero, el asesino silencioso al que hace 10 años le dijeron que no iba a poder jugar más profesionalmente a raíz de una artritis reumatoidea, pero no dejó de luchar y hoy cumple el sueño de vestir los colores que alguna vez alentó desde la tribuna del Monumental.

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