Isotipo_Figuras3

En medio del estallido social en Perú, River venció 1-0 a Alianza Lima con el regreso goleador de Matías Suárez. ¿La mala noticia? Robert Rojas se retiró en camilla con una grave lesión.

Hasta último momento estuvo en duda la presencia de público en el Estadio Nacional de Lima, que debía albergar uno de los principales duelos de la primera jornada de Copa Libertadores. Tras una importante reunión entre el gobierno peruano y la Conmebol, se brindaron las garantías necesarias para llevar adelante este compromiso y que nadie corriera ningún tipo de riesgo.

Con el pitazo inicial se disiparon los murmullos y nada más que el fútbol empezó a importar, de tal manera que River no dio tregua y salió a devorarse la cancha con el mismo plan que despliega en el Monumental: presión asfixiante, pose dominante y mucha movilidad. La trinchera de Alianza aguantó con dos líneas marcadas de cinco y cuatro hombres, dejando a Hernán Barcos como único tanque de área.

Las combinaciones en velocidad, no siempre con precisión, se robaron los primeros 15 minutos hasta que el Millonario, por propia recomendación de Marcelo Gallardo, comenzó a probar remates de media distancia. Primero Santiago Simón, sin suerte, y luego Nicolás De La Cruz con un bombazo que tenía destino de red pero Ángelo Campos alcanzó a puntear con los dedos. Algunos centros que no revestían gravedad pero tanto David Martínez como Robert Rojas alcanzaron a conectar, más allá de la falta de puntería. El dueño de casa jugaba de contragolpe y recién pudo sorprender a los 25’, tras una buena gestión de Barcos y la aparición de Cristian Benavente, que definió desviado.

La posesión fue prácticamente patrimonio exclusivo del conjunto visitante con casi un 70% pero nada tuvo que ver con llegadas claras, sino todo lo contrario. Toques hacia los costados, poco desequilibrio individual y nulo trabajo para los arqueros. A esta altura, Julián Álvarez debía retroceder demasiado, abandonaba el área con recurrencia y el cuerpo técnico le aconsejaba esperar su turno para girar y sorprender sin tanto pensarlo. Monotonía y soledad, los adjetivos que protagonizaron un primer tiempo atípico.

Con más pelotazos y corridas que juego prosiguió la segunda mitad. La paciencia que River tuvo a lo largo y a lo ancho del campo no la pudo capitalizar en la puerta del área, donde los Blanquizules esperaron con mucha gente para ahogar todo intento de desestabilizar la igualdad. El Muñeco sabía que era tiempo de romper la armonía del encuentro con los pases de Juan Fernando Quintero, por tal motivo lo mandó a la cancha en lugar de un Esequiel Barco movedizo pero nada incisivo.

Dormido, El Más Grande lidió con sofocones cerca de la guarida de Franco Armani que, si no fuera por la falta de sangre fría de los Aliancistas, hubieran complicado un trámite que no tenía señal de alerta. Y por esas casualidades de este magnífico deporte, diez minutos después de que Juanfer moviera las piezas con su ingreso -incluso ensayó un zurdazo a colocar, de media altura, que besó el primer palo-, la Araña se vistió de asistidor para el glorioso regreso de Matías Suárez, que marcó la diagonal y ajustició de derecha. Si Jonatan Maidana había expuesto su experiencia con gran oficio, las pesadillas le jugaron una mala pasada porque Alianza Lima atacó por su costado cuan flechas del Amazonas. River debía aumentar la diferencia para no sufrir, las ideas no sobraban y encima el rival se sentía con chances de medir fuerzas.

Quizás la expulsión de Aldair Rodríguez a los casi 90 minutos le puso punto final a la ilusión incaica de encontrar la igualdad. La patada sin balón que le propinó a Robert Rojas, inmerso en llanto y retirado en camilla, destiñó tres puntos que no dejan de valer oro y rompieron la mala racha en debuts coperos. Ni siquiera Bruno Zuculini, experto en repartir castigos a cuan pierna se le aproxime, pudo hacer su trabajo porque la vorágine le pasó por arriba. Con el pie derecho y envalentonado, el primer paso está (bien) dado.

Mirá el gol de Matías Suárez ante Alianza Lima:

SEGUÍ TODAS LAS NOTICIAS Y LOS RESULTADOS DE RIVER EN 365 SCORES