El equipo de Marcelo Gallardo se acomodó en el segundo tiempo y con goles de Matías Suárez y Esequiel Barco venció 2-1 a Colo Colo como visitante. El River versión copera, a paso firme.
Partido chivo con demasiado caos en la previa: hinchas varados en Mendoza por la inestabilidad en la alta montaña para cruzar la Cordillera, disturbios en los alrededores del estadio Monumental a la hora de ingresar y la siempre obligada tarea de medir fuerzas en un contexto que no da respiro, ni por el calendario ni por los lesionados. Pero con el pitazo inicial se terminan los rumores y comienza la batalla futbolística.
Si bien tardó en acomodarse y padeció los primeros minutos en los que Franco Armani sostuvo el cero, River lo ganó sobre el final con goles de Matías Suárez y Esequiel Barco, que volvió de un desgarro con una obra de arte que se colgó en el ángulo. De esta manera, el equipo quedó cerca de Octavos de final con puntaje ideal. Fue una noche soñada, perfecta por donde se la mire y por partida doble. Porque mientras el triunfo de San Lorenzo ante Newell’s le hizo un guiño en la Copa de la Liga Profesional, el Millonario no mostró su mejor cara aunque logró el objetivo.
Sí apareció la chapa de candidato continental, esa que por momentos lo tuvo con el cuchillo entre los dientes cuando tuvo que defender y la que también lo encontró voraz para capitalizar los errores del dueño de casa. En ocasiones la pasó mal, pero no dejó nada librado al azar y eso explica a las claras que quiere convertirse, aunque mucho le falta, en un claro candidato a pelear por el cetro de América.
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