Nicolás De La Cruz fue una de las figuras en la importante victoria, 2-1 contra Colo Colo, que River se trajo de Chile. El uruguayo, una pieza fundamental en el once inicial del Más Grande.
No marcó ninguno de los dos goles en la noche chilena, pero fue nuevamente el jugador más parejo del equipo de Marcelo Gallardo. Sin actuaciones rutilantes, Nicolás De La Cruz se hace eje cuando River más lo necesita. Su ausencia se hizo sentir contra Atlético Tucumán, pero regresó contra Colo Colo. Su constancia en la búsqueda de sociedades y de generar ocasiones de peligro lo vuelven un jugador indispensable. Así también lo demuestran las faltas constantes que recibe por parte de sus rivales, quienes lo identifican como el motorcito del equipo.
En la victoria 2-1 del Millonario sobre el Cacique, el uruguayo fue el jugador que más pelotas recuperó (12) y más faltas recibió (6). Además, generó dos chances de gol y completó 2/3 regates. Como si fuera poco, ganó 12/19 duelos mano a mano. En un momento, una mala caída sobre su pierna derecha encendió las alarmas -venía entre algodones por un problema en su rodilla izquierda-, pero afortunadamente pudo seguir en cancha para volver a demostrar que es el jugador que a River nunca le puede faltar.
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