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River tuvo un debut con pocas luces en Florencio Varela: 0-0 vs. Defensa y Justicia donde el momento más entretenido de la noche pasó por la discusión entre Sebastián Beccacece y Marcelo Gallardo.

Para repetir lo exhibido en la Copa Libertadores y corregir lo hecho en la reciente Copa de la Liga. River quería comenzar con el pie derecho en medio de la neblinosa noche en Florencio Varela. Enfrente estaba Defensa y Justicia, un equipo trabajado, compacto y de buen pie que quería hacer valer la localía. Pero en apenas tres minutos avisó la visita por medio de Esequiel Barco. Cabezazo desviado desde el centro del área que se fue demasiado alto. La respuesta fue inmediata con un derechazo de Walter Bou tras la habilitación de Agustín Fontana, que sería protagonista de la primera mitad. El delantero le entró duro a Leandro González Pirez en la siguiente jugada y Facundo Tello le mostró la tarjeta amarilla, algo que también ocurrió con Enzo Pérez a los 12′ luego de una acción peligrosa sobre Nicolás Tripicchio. A esta altura, Carlos Rotondi ya era una pesadilla para el costado derecho del Millonario, que padeció al habilidoso zurdo cada vez que entró en acción, y fue él quien generó las mejores situaciones para el dueño de casa. Empezaba a pedirla Agustín Palavecino en un cuarto de hora, se hacía cargo de la conducción parado como enganche: primero la cedió para Barco, cuyo derechazo se fue muy cerca del poste derecho; y luego la abrió para Santiago Simón que, en un abrir y cerrar de ojos, dio un pase rasante para Braian Romero que el delantero no supo conectar exitosamente.

En una nueva chance para Fontana en el corazón del área chica, Ezequiel Centurión lo atoró a tiempo para evitar la caída de su valla a los 18 del inicio. No fluía el juego en Zona Sur, muy físico y trabado el encuentro. Cuatro minutos más tarde, Fontana se robó todas las miradas con una infracción que casi lo manda a las duchas ya que estaba amonestado, pero el árbitro le perdonó la vida ante la queja generalizada de Enzo Pérez y compañía. Escalaba Elías Gómez por izquierda, intentaba tomar la lanza pero la marea auriverde, en casi media hora, no cesaba en su propio campo para recuperar y salir disparada de contra. En otra posibilidad desde la derecha hacia el centro, Romero ensayó un disparo con la izquierda que fue a las manos de Ezequiel Unsain en lo que pudo ser la más clara de la jornada. A cinco del descanso, recién la presentación de Enzo Fernández en la zona caliente: remate de media distancia con nula puntería que se fue ancho. Poco más para contar en unos 45 fastidiosos de mucho ruido y pocas nueces.

Ameritaba que Marcelo Gallardo despertara a sus jugadores en el vestuario de manera urgente si querían lograr las primeras tres unidades del campeonato. Movía el banco Sebastián Beccacece para oxigenar piernas y continuar la propuesta del inicio, algo que se le fue cayendo con el correr de los minutos si bien River fue el que tampoco ideó cómo crear peligro. Solamente Francisco Pizzini, recién ingresado, pudo contrarrestar con su atrevimiento en el mano a mano la buena salida de El Más Grande, que sin embargo quedó en intentos de llegar con voracidad a la portería del Halcón. Pero la molestia de Emanuel Mammana obligó al Muñeco a sustituirlo por Andrés Herrera, de características más ofensivas por el lateral derecho. Insistía Enzo Fernández con su buen pie para buscar la red, pero otra vez fuera del perímetro del arco. En casi 70′ que marcaba el reloj, fue Tomás Pochettino el que probó, ya sin Agustín Palavecino en el verde césped. No pasaba nada, no se insinuaba nada y el cero se tornaba cada vez más enorme.

La última bala de River, al menos desde los cambios, estuvo con José Paradela en lugar de un impreciso Barco, veloz como de costumbre pero perdidamente lejos de la acción. Moría el cronómetro del juez, pero Pizzini no tenía en mente firmar el empate y a los 86 sorprendió con una pelota que se fue cerca del ángulo superior derecho. En el medio, discusión irrisoria entre ambos entrenadores que terminó con la expulsión del blondo de chupines y palabras difíciles. Todo por haber evitado un saque de banda rápido por parte del equipo rival. En la que sí fue la estocada final del anfitrión, que vio el cansancio en los ojos del adversario, estuvo en los pies de Tomás Galván y Lucas Albertengo, para luego ser Pizzini el que soltó incómodo desde el borde del área. Con el aura de salvavidas, Jonatan Maidana interceptó con derecha y rechazó con izquierda. Ya no más. Igualdad en el debut y a trabajar para dejar atrás otra pálida imagen en el plano local.

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