River igualó 2 a 2 frente a Vélez en el Estadio José Amalfitani por la Fecha 8 de la Liga Profesional. Lucas Beltrán y Nicolás De La Cruz marcaron para el Millonario, mientras que Walter Bou, de penal, y Abiel Osorio, en la última jugada, anotaron para los de Liniers.
Noche de conocidos en Liniers. A diez días de cruzarse por Copa Libertadores, Vélez y River volvían a enfrentarse pero por la Fecha 8 de la Liga Profesional en el Estadio José Amalfitani, luego de comienzos flojos para ambos equipos en el torneo doméstico.
El Millonario, con el envión anímico del triunfo del triunfo ante Barracas Central por Copa Argentina pero con la herida todavía abierta por la eliminación en la Libertadores, buscaba reponerse en el campeonato luego de dos duras caídas ante Huracán y Godoy Cruz en las que careció del buen juego colectivo. Para esto, Marcelo Gallardo presentó dos modificaciones: Nicolás de la Cruz por Rodrigo Aliendro, quien debía cumplir una fecha de suspensión por su expulsión frente al Tomba, y Javier Pinola se metía como sorpresa en el once luego de que David Martínez fuera descartado por motivos personales.
Del otro lado, Alexander Medina decidía poner en cancha al mismo equipo que había disputado los dos encuentros en la serie de Copa Libertadores. A pesar de seguir en carrera en el torneo continental y a semanas de enfrentarse con Talleres de Córdoba por los cuartos de final, su presente en la Liga no era el ideal: llevaba un triunfo, dos empates y cuatro derrotas.
Luego de un infernal recibimiento por parte del local con bengalas, fuegos artificiales y globos blancos y azules, el árbitro Patricio Loustau daba la orden y la pelota comenzaba a rodar. El Muñeco apostaba en los primeros minutos con una presión alta y con Santiago Simón y Esequiel Barco en las bandas pero a la altura del único punta, Lucas Beltrán. El esquema táctico era claro: un 4-3-3 con De la Cruz y Palavecino como volantes internos para generar juego.
A los seis minutos, tras un pelotazo de Milton Casco y una gran corrida de Santiago Simón, el joven busco a Beltrán en el centro y el ex Colón empujó la pelota para darle la ventaja al Más Grande. River comenzaba el encuentro de la mejor manera posible. La alegría para el cordobés era inmensa: tras luchar por su vuelta al club, convertía su primer gol en el semestre.
El partido comenzaba igual, pero a la inversa, con respecto al partido de ida de Copa, con la visita sintiéndose cómodo y en ventaja y Vélez confundido e incómodo, sin poder gravitar como lo había hecho en el partido que se disputó en fines de junio.
Vélez, por su parte, apostaba al desequilibrio en el sector derecho con su 10, Luca Orellano, quien se sacaba de encima con facilidad la marca de Elías Gómez. Así, el lateral izquierdo de River se ganaba la tarjeta amarilla en el intento de frenar al volante del Fortín.
A los 18 minutos, Walter Bou le ganaba en velocidad a los centrales de River y en el intento de achicar, Armani le cometía infracción y penal que decretaba Loustau. Pese a la queja de los jugadores del Millonario, el juez no dudaba de su interpretación. El mismo Bou se hizo cargo del tiro desde los doce pasos y puso el empate para el equipo de Medina.
El gol lo envalentonaba al local, que se mostraba más intenso y tenía chances en los pies de Lucas Pratto, pero el ex River no las aprovechaba. El encuentro era un constante ida y vuelta con dos planteos similares, con mucha intensidad y cortando con infracción cuando un equipo sufría de inferioridad numérica en la defensa.
Sin embargo, la alegría del empate le duró poco al local. A la media hora de juego, una situación armada por los volantes del Millonario le daba una sonrisa al Muñeco: Palavecino buscó con un pelotazo a Simón, quien bajó de cabeza la pelota a De la Cruz, que remató de volea y dejó sin chances a Hoyos. El uruguayo recuperaba una confianza vital con el gol tras rendimientos bajos y River volvía a ponerse en ventaja.
River dependía del mediocampo, y por eso jugaba bien. Con Palavecino y De la Cruz activos en la recuperación y en el juego ofensivo, el Más Grande fluía en la cancha y con los minutos, se iba sintiendo superior al rival. Pero también, Armani aparecía: en el cierre del primer tiempo, le tapaba un fenomenal remate a Orellano y salvaba al equipo cuando las papas quemaban.
Con sensaciones positivas y pese a poder ampliar el marcador en diversas ocasiones, River se fue al descanso pero con la idea segura de que el planteo debía ser similar al del primer tiempo.
Sin modificaciones en ninguno de los dos equipos, comenzaba la segunda mitad del partido. En los primeros minutos del complemento, quien se adueñaba del partido era la imprecisión en ambos equipos. Vélez, con centros sin destino final, y River sin la fluidez con la que contaba gracias al trabajo de sus volantes en el primer tiempo.
Ante la inteligencia de River para reducirle espacios a Vélez cuando atacaba y la escasez de situaciones claras de ataque en el segundo tiempo, Lucas Janson probaba de media distancia de muy buena manera. Sin embargo, el Pulpo aparecía nuevamente, como de costumbre.
En 20 minutos, con situaciones casi nulas para ambos equipos, Medina movía al equipo y metía en cancha a Julián Fernández y Santiago Cáseres, con el objetivo de tener más movilidad en el mediocampo y buscar el empate. Lo mismo hacía Gallardo, que apostaba a cuidar más la pelota. Para esto, le daba minutos a Juan Fernando Quintero y a José Paradela, que ingresaban en lugar de Barco y De la Cruz.
En media hora del complemento, River comenzaba a sentir el desgaste: acalambrado y tras un buen partido, con un importante sacrificio, Palavecino se retiraba de la cancha y le dejaba su lugar a Tomás Pochettino, de características similares.
A ocho minutos del final, Braian Romero, que recién había ingresado por Beltrán, desperdiciaría un mano a mano increíble, que le daba vida a Vélez para buscar la igualdad en los últimos minutos. River se lamentaría muchísimo por desperdiciar esa ocasión.
En el tiempo agregado, el empuje final de Vélez fue más que el aguante de River en mantener el resultado. Abiel Osorio, tras una pelota que quedó rodando en el área, la empujó y decretó el empate.
Vélez, nuevamente, le asestaba un golpe duro al equipo del Muñeco. El empate tenía un sabor más que amargo luego de ser superior en el primer tiempo y aguantar hasta el final el resultado. Para los locales, era como un triunfo por la manera en que consiguieron la paridad final.
Cabe destacar que con este empate, el Millonario queda en el 16° puesto, mientras que el local está en el 25°. River tendrá su próximo compromiso el jueves a las 21:30, cuando se enfrente ante Gimnasia y Esgrima La Plata por la Fecha 9 en el Estadio Monumental. Y será vital que los tres puntos queden en casa para comenzar a levantar cabeza.
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