En su estreno goleador con la camiseta de River, Miguel Borja volvió a compartir campo de juego con un histórico jugador del club.
«Los goles son amores», dijo alguna vez Teófilo Gutiérrez cuando atravesaba una racha dulce con la camiseta de River. Y vaya si tendrá razón el colombiano, quien se metió en la historia grande por las hazañas del último tiempo con Marcelo Gallardo a la cabeza. No solo eso, sino que forma parte de la histórica tradición del club con la gloria cafetera, esa que también quiere alcanzar Miguel Borja.
En sus segundo partido consecutivo, el Colibrí saltó desde el banco y esta vez se le abrió el arco a pura jerarquía. A los 26 del complemento, la bajó con el pecho y dejó que Agustín Palavecino rompiera el cero. Dos minutos más tarde, corrió y desairó a su marcador antes de habilitar a Lucas Beltrán para el segundo. Si algo le faltaba era el suyo: a los 30′, Aldosivi sacó del medio, la perdió y el ex Junior terminó debutando en la red con categoría.
Sin embargo, uno de los datos más sobresalientes es que se reencontró en cancha con Juan Fernando Quintero, a quien conoce desde los 12 años en las Inferiores de Envigado. En 2013 coincidieron en el Sudamericano Sub 20, donde se consagraron campeones en Argentina. «Le dije que podíamos seguir la historia acá (River) y me dijo que sí», confesó Borja en su video presentación como refuerzo.
Previo al choque en Mar del Plata, habían estado juntos en ocho partidos (211′), de los cuales ganaron seis, empataron uno y perdieron, por penales, el restante. De esta manera, sumaron minutos oficiales después de 121 días, ya que la última vez había sido por 24′ minutos el 25 de marzo en la goleada 3-0 de Colombia sobre Bolivia, en el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez. En aquella ocasión, el goleador también había convertido un tanto.
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