La efectividad no estuvo del todo bien, pero fue suficiente para que River gane 2-1 ante Platense con goles de Nicolás De La Cruz y Matías Suárez. La clasificación a la Copa Libertadores 2023 ya es una realidad.
Hermosa y calurosa noche en Núñez, con un importante envión anímico que debía acentuarse en condición de local. La gente cantaba gustosa en el penúltimo partido en casa, a la espera de otros tres puntos para encauzar el boleto a la Copa Libertadores 2023.
De entrada, el que pegó fue River, pero para mal: Emanuel Mammana le entró duro a Jorge Benítez y vio la cartulina amarilla. Un minuto más tarde, excelente combinación entre Nicolás De La Cruz, Juanfer Quintero y Agustín Palavecino para la descarga final a Miguel Borja, que sobró la jugada y todo quedó en las manos de Marcos Ledesma. Fastidioso, Ignacio Schor empezó a quejarse de aparentes infracciones, hasta que debió abandonar el campo de juego con notables gestos de dolor. Para colmo, el árbitro Fernando Rapallini estaba dispuesto a comprar todo.
Insistía el Millonario por todos los sectores, pero Omar de Felippe colocó ocho hombres en defensa para tapar el circuito interno del dueño de casa. Cada intervención del Calamar era una pérdida de tiempo que las tribunas condenaron con una fuerte silbatina, pero lejos estuvo River de enderezar el rumbo de una propuesta que se caía lentamente. Y así murió la primera mitad.
El Muñeco rompió todos los esquemas con los ingresos de Santiago Simón, Matías Suárez y Lucas Beltrán para cambiar el dibujo táctico y quitarle referencias a su adversario. Salía cómodo el equipo, salvo algún desajuste, pero no lograba encontrar a sus atacantes en una posición favorable que permitiera sorprender. Explotaba las bandas pero no inquietaba, hasta que una pifia de Ayrton Costa derivó en la asistencia de Barco a De La Cruz, que no perdonó con un toque de primera que se desvió y besó la red.
En la siguiente, Suárez sacó ventaja de un rebote luego de un disparo en el poste de Beltrán y puso el segundo. Tranquilidad y algarabía. Entró Mauro Zárate y la gente explotó contra el ex Boca, que en una ráfaga convirtió el descuento para corregir el zapatazo de Vicente Taborda que halló el sonido metálico. Corría y corría River sin poder liquidarlo. A esta altura, a De La Cruz había que esperarlo con la renovación de contrato en el vestuario.
El sufrimiento con la pelota parada en contra hizo tambalear a más de un corazón, pero el pitazo final llegó para coronar otro triunfo importante. Una performance que estuvo lejos de ser brillante, pero que valió tres puntos esenciales para cumplir con el objetivo: River sacó su boleto a la Copa Libertadores 2023.
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