El árbitro tuvo un partido polémico y despertó la furia de jugadores e hinchas en la despedida de Marcelo Gallardo como técnico de River en el Monumental.
Que los árbitros están bajo la lupa en el fútbol argentino no es ningún secreto y la llegada del VAR no hizo más que empeorarlo todo. Errores influyentes en el resultado, más allá del flojo rendimiento del equipo, llevaron a los hinchas a insultar al Chiqui Tapia (presidente de AFA).
Todo empezó cuando Esequiel Barco tardó demasiado en pasar la pelota y Damián Martínez provocó la caída del ex Independiente; Echenique dejó seguir el juego ante la protesta de Gallardo y compañía y así llegó el contraataque que derivó en el primer gol del partido para Rosario Central. En distintos momentos del partido se vieron jugadas similares que fueron cobradas como faltas para el visitante, los mínimos roces sirvieron para demorar y cortar el juego.
El equipo visitante, estando 2-0 arriba, reclamó ante el offside del que sería el tercero y volvió a pasar por la misma situación a instancias del VAR con el partido 2-1. Los encargados de chequear el posible fuera de juego, se tomaron demasiado tiempo para determinar que el jugador rosarino estaba adelantado.
Con River completamente volcado al ataque en busca del empate, Facundo Almada sujetó a Enzo Pérez en el área y nuevamente estallo el banco millonario pidiendo que se vaya a revisar la acción en el VAR. En medio, Juan Fernando Quintero fue expulsado por empujar a Fernando Echenique alegando un golpe del árbitro. La hinchada canto en contra de Tapia, acusándolo de hincha de Boca. La jugada en cuestión, quedó en la nada, como todo el torneo; de 28 equipos, solo River no tuvo penales a favor. Otro partido, otra muestra de la decadencia arbitral que cubre al fútbol argentino, ¿y van?
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