Isotipo_Figuras3

Sí, da bronca que ellos festejen. Siempre. Y así será por los siglos de los siglos, porque así lo marca nuestro escudo y el de ellos. Seremos rivales eternamente, pero no en pos de esa rivalidad, River debió mancillar su honor. Por suerte, no lo hizo. Porque ese “Vivir y Jugar con Grandeza”, acuñado por el club como nuevo Slogan no es sólo marketing, es nuestra identidad. Dejamos de usar “El Más Grande Lejos”; porque ya estaba claro, ahora, había que dejar en claro que con esta camiseta, con este escudo en el pecho, sólo hay una opción en cada uno de los partidos: salir a ganar. No hay otra posibilidad. 

Es casi poético que el final del ciclo de Marcelo Gallardo en este club sea así, regalándole a Boca un campeonato. Por hacer lo que siempre hizo y lo que más de una vez les amargó la existencia: salir a ganar y dar lo mejor de sí con esta camiseta. Simple. Pero no siempre ocurrió, en el año 1991, en el marco de la Copa Libertadores, Boca fue escandalosamente para atrás ante Oriente Petrolero para que River quede afuera del torneo. Por suerte, nosotros no somos así. Nunca seremos Boca, ni como Boca, ni actuaremos como Boca. River, River, River. El más grande, por escándalo, es River. Es demasiado grande, gigante. Tan grande es que hasta le regaló un título a su máximo rival, cuando lo que se decía y lo que esperaban en redes sociales y varios periodistas, era que el equipo de Gallardo vaya para atrás. ¡Justo Marcelo Gallardo! ¿Dónde estuvieron los últimos 8 años y medio?

Casi como un “sana sana” simbólico, Gallardo, en su último acto oficial como DT de River, mandó el equipo para adelante para ganarle a Racing y darle a Boca el título, después de tanto dolor infringido. Un buen plot twist, casi irónico. El árbitro Fernando Rapallini parecía tener más ganas que Racing salga campeón que el propio Guillermo Francella. Le regaló dos penales inexistentes a la Academia, pero así y todo, con la figura gigante de Franco Armani, uno de los héroes de Madrid y con el ojo de Tigre que tiene en el área Miguel Ángel Borja, River hizo lo que acostumbra ante Racing: ganarle. 

No importa que el beneficiado haya sido Boca. El deber de esta camiseta, tan pesada, tan cargada de gloria, era el de salir a ganarle al elenco de Fernando Gago. Cuando River debió asegurar su torneo ante Racing, la Liga pasada, lo venció 4-0, lo pisó y no dejó dudas. Ganó el trofeo de Campeones 4-0 ante Colón, ganó la Supercopa Argentina 5-0 ante Racing. Cuando tiene que asegurar el título no suele fallar, tal es así que es un club que, en todos sus años de historia, más de 120, nunca ganó un título por penales, a diferencia de otros. Cuando tiene que hacer lo que debe, tampoco. Racing esperaba que River se apiade y priviligie el padecimiento de Boca a la victoria propia. Esperó en vano. Porque esto es River. 

La última imagen que deja Marcelo Gallardo en el banco de River es algo que parecía tan imposible como aquella gesta de Madrid: que la Bombonera repleta, termine gritando los goles de River, y, luego, con sorna, ovacionando al Muñeco. Más allá de la sorna, los gritos desaforados ante el doblete de Borja no fueron impostados. Eso sólo lo consiguió Gallardo, que nunca, jamás, renunció al principio básico con esta camiseta: salir a ganar. 

Hay veces que las cosas no salen, hay veces que el equipo no juega bien, hay años que no son buenos, como este que se va. Pero es importante y da orgullo que River haya sacado a la luz su esencia y su impronta. Los que esperaban que el equipo de Marcelo Daniel Gallardo vaya para atrás, que sigan esperando. Esto es River. Y acá se sale a ganar siempre. No hubo Oriente Petrolero, y nosotros no somos ellos. Por suerte. Y esa diferencia es la que nos distingue. No es moralina, no es pose…es grandeza. Gracias Muñeco por este último hito conseguido: fuiste tan pero tan grande, tan pero tan inolvidable, que sacaste campeón a River…¡y también a Boca!. 

SEGUÍ TODAS LAS NOTICIAS Y LOS RESULTADOS DE RIVER EN 365 SCORES

SUMATE A NUESTRO CANAL DE TWITCH