Isotipo_Figuras3

Entre el morbo y las sospechas, River venció 2-1 a Racing en un partido que tuvo de todo y contó con la complicidad de Boca e Independiente. Miguel Borja, por duplicado, el goleador.

Muchísima expectativa en el Cilindro de Avellaneda por lo que podía hacer Racing frente a River, sin descuidar el desarrollo de Boca-Independiente. Empezaba la hora de la verdad para definir la Liga Profesional. En su último partido como entrenador, Marcelo Gallardo contó con varias bajas y armó el mejor equipo posible para el clásico.

Recibimiento espectacular con bengalas, humo y fuegos artificiales en el marco de un estadio a tope que tenía la esperanza intacta. Pero el equipo del Muñeco quería hacer su parte para cerrar el ciclo de la mejor forma. Despliegue inmenso de telones y banderas antes del pitazo inicial, que dio lugar a rápidas corridas de uno y otro para apagar los incendios con pelotazos violentos sin destino.

La radio encendida en todos los rincones porque cuando el Rojo convirtió un penal, se desató la locura. Pero el Millonario no se la iba a hacer fácil al equipo de Fernando Gago que, pese a tener la posesión, estaba con el corazón en la mano cuando lo agarraron mal parado. Con muchas libertades Agustín Palavecino, que flotaba en tres cuartos y conectaba líneas pese a la floja labor de Pablo Solari y Esequiel Barco por los costados.

Recién a los 36 minutos apareció Miguel Borja con una rápida resolución a dos toques que Gabriel Arias adivinó. Empate transitorio en la Bombonera y nuevos aires en el trámite del juego. Si bien la Academia contó con chances nítidas para abrir el marcador, pecó de inexperto frente al arco. Tan insólita fue la puntería que el 0-0 fue excelente para explicar el primer tiempo.

El descanso le vino bien a la visita para aflojar piernas y renovar el planteo. El 2-1 del Xeneize llegó rápido, pero nada cambiaba en el Cilindro: había ganas pero pocas ideas de ambos lados. Aún de esta manera, había una clara mejoría por el lado de Johan Carbonero comiéndole la espalda a Andrés Herrera, y ese factor influyó a los 11 minutos, cuando la defensa adelantada perdió a Enzo Copetti y Javier Pinola lo derribó dentro del área. Penal y ejecución de Matías Rojas para que el dueño de casa esperara un guiño de su archirrival.

Ya sin Enzo Pérez, el mediocampo perdió peso y Racing capitalizó esos espacios. A esta altura, prácticamente improbable una reacción que le sumara condimentos a un campeonato agónico. Pero Matías Suárez todo lo puede con sus dosis de buen fútbol: jugada express y empate de Borja. A los segundos, gol de Independiente en la Ribera. Carnaval en las tribunas con un final de película.

¿Querían más? Penal para la Academia. Inexistente, pero penal al fin. Jonathan Galván lo pateó a las manos de Armani. Todo igual por acá y alivio a 50 cuadras. Tiempo suplementario en el microondas. Ya se acababa todo y en un sinfín de remates defectuosos a orillas de los tres palos de Arias, Borja acomodó la zurda y dijo basta. 2-1. Triunfo de River para cerrar la Era Gallardo sin importar la vereda de enfrente.

SEGUÍ TODAS LAS NOTICIAS Y LOS RESULTADOS DE RIVER EN 365 SCORES

SUMATE A NUESTRO CANAL DE TWITCH