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River venció 4 a 3 a Colo-Colo en el Estadio Sausalito en Viña del Mar, por el primer partido del Triangular Amistoso. Miguel Borja y Pablo Solari, ambos por duplicado, marcaron los tantos del Millonario.

En la antesala de la despedida de Marcelo Gallardo de River, el Millonario se enfrentó en el Estadio Sausalito al último campeón de Chile, Colo-Colo, en el primer partido de un triangular amistoso entre ambos equipos y el Real Betis de España.

El encuentro ante el Cacique dio lugar a que el Muñeco le dé minutos a futbolistas que no pudieron sostenerse en el último semestre, como son los casos de Ezequiel Centurión (debido a que Franco Armani se encuentra en Qatar para la preparación a la Copa del Mundo), Bruno Zuculini y Santiago Simón.

Minutos previos al comienzo del encuentro, tanto Pablo Solari como Gallardo fueron homenajeados por la dirigencia del conjunto chileno. El Pibe, que llegó a mediados de año al Millonario, tuvo una sensacional etapa en Colo-Colo y recibió la medalla de campeón del último torneo, mientras que Napoleón fue destacado por sus notables ocho años y medio en el rol de entrenador del Más Grande.

Ocho minutos bastaron para que Juan Fernando Quintero construyera con inteligencia y paciencia una buena jugada y le sirvió una gran asistencia a Miguel Borja, que definió de la mejor manera posible para marcar uno de los últimos tantos en la Era Gallardo.

Tres minutos después, River aprovechó el envión y, entre la recuperación de Simón y la asistencia exquisita de Quintero, Solari definió con tranquilidad para poner el 2 a 0. Como era de esperarse, la reacción del Pibe fue de pedir disculpas inmediatas al público del Cacique.

Segundos antes de alcanzar la media hora de juego, Colo-Colo fue en busca del descuento y lo encontró en los pies de Paulo Díaz, que no pudo despejar un buscapié de Gabriel Suazo. Cuando River parecía cómodo en el encuentro, recibió el primer cachetazo de una seguidilla inesperada.

Tan solo dos minutos después, Emiliano Amor conectó un centro con su pie derecho tras un tiro libre y anotó el empate para el equipo chileno. Todo el banco de suplentes saltó a reclamar por la jugada debido a que el defensor partía claramente adelantado, pero poco pudo hacer el Millonario con sus protestas.

El show de goles continuó, para desgracia del Más Grande, y Colo-Colo siguió con la ráfaga de goles: el tercer tanto para dar vuelta el resultado llegó solo un minuto después gracias a la definición de Esteban Pávez tras un contraataque en el que River volvió a quedar mal parado defensivamente.

Con el deseo de volver a ponerse en ventaja en el marcador, el Muñeco realizó tres variantes: Robert Rojas, que volvió a jugar tras su fractura de tibia y peroné sufrida el 6 de abril, también ingresó por Andrés Herrera, Leandro González Pirez entró en reemplazo de Paulo Díaz y Esequiel Barco ingresó a la cancha en lugar de Santiago Simón.

Como en el primer tiempo, nueve minutos fueron suficientes para que el visitante marcara y decretara el empate parcial: un contraataque comandado por Barco y que pasó por los pies de Quintero fueron la clave para que Solari volviera a anotar ante su ex equipo.

Apenas un minuto después, River aprovechó una buena jugada ofensiva entre Quintero, Solari y Borja para que el Colibrí estampara el 4 a 3 con su pie izquierdo. En un show de goles, el partido no le daba tregua a ninguno de los dos equipos.

Minutos después del tanto de Borja, las malas noticias continuaron para el conjunto de Gustavo Quinteros: pasada la hora de juego, Maximiliano Falcón se iba expulsado por doble amarilla tras una protesta ante el árbitro Roberto Tobar. El ambiente parecía de un encuentro de Copa Libertadores: dos equipos que no tenían pensado regalar nada y que ansiaban quedarse con los tres puntos.

La segunda mitad del complemento dio lugar a los ingresos de Matías Suárez, Lucas Beltrán, José Paradela y Felipe Peña Biafore, que volvió a sumar minutos un año y dos días después de la rotura de ligamentos cruzados que sufrió en su rodilla derecha.

River se quedó con el triunfo en un amistoso que se siente como una merecida despedida a Gallardo, que dejará el club de sus amores tras ocho años y medio llenos de títulos y de un cariño inmejorable con el hincha. El domingo, ante Real Betis, tendrá su Last Dance en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.