En un partido intenso y bien jugado, superó a Banfield por 3 a 2 y, a la espera de la confirmación oficial de la fecha, enfrentará al Xeneize en la final del Trofeo de Campeones.
El partido comenzó con un claro protagonista, el Millonario, que pudo traducir en resultado sus intenciones. A los 7 minutos, tras un rechazo de la defensa del Taladro, Simón controló y la puso pegada al palo derecho de Cambeses que nada pudo hacer.
La respuesta de Banfield fue instantánea, con un buen remate de Chávez que encontró la respuesta de Armani. Antes de los 15, con la misma receta del gol, Barco tuvo el segundo, pero no acertó al arco.
El partido se tornó de ida y vuelta y fue ganando voltaje. Rodríguez, Chávez y sobre todo Sosa Sánchez (tras error en la salida de Rojas que él mismo enmendó) pudieron darle el empate al elenco del Sur.
Sin embargo, River también tuvo las suyas y pudo ampliar tras una jugada de laboratorio. Tiro libre desde la derecha, Nacho Fernández la juega por bajo para Enzo Pérez que rebota y Simón, con la complicidad de un rebote, marca su segundo gol en el partido. Sobre el final, una gran jugada colectiva encontró una mala resolución de Rondón que pudo liquidar el partido.
El complemento empezó como había terminado la primera etapa. En una gran jugada entre los dos 9 millonarios, Rondón asistió a Borja quien increíblemente la tiró afuera. Y lo que perdonas en un arco, a veces se paga en el otro. Bisanz hizo temblar el palo izquierdo de Armani, pero 3 minutos después Chávez no perdonó. El mismo delantero llegó a igualar el marcador, pero el VAR invalidó la jugada por offside.
Fue el peor momento de River, con algunos desacoples defensivos y en el retroceso. Por fortuna, una gran combinación ofensiva terminó con un pase en profundidad de Nacho para que Borja liquide el partido a los 19.
Desde ahí, el partido navegó entre la voluntad de Banfield por ir tras el descuento, y la inoperancia de River para liquidar definitivamente el trámite. Ya en tiempo de adición, Bisanz descontó para el Taladro y el dramatismo se apoderó de los últimos minutos.
Finalmente fue victoria, merecida, aunque con una gran cuota de susto. River deberá corregir sus problemas defensivos, porque de mitad de cancha para adelante, cuando quiere, tiene mucho poder de fuego. Siempre se construye más fácil desde la victoria.
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