River cayó 2-1 frente a Internacional de Porto Alegre en el Estadio Beira Río, por la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores, y terminó forzando una tanda de penales interminable en la que el local se impuso por 9-8.
El conjunto de Martín Demichelis no pudo sostener lo que fue la victoria por 2-1 en el partido de ida y apostó por la misma formación, con Pablo Solari desde el arranque, dejando en el banco de suplentes a Nacho Fernández. Un primer tiempo donde el local fue más que River, que apostó a los contraataques y que por momentos la pasó mal, necesitando de grandes respuestas por parte de Franco Armani.
La primera clara para el local fue de Alan Patrick con un mano a mano que se fue desviado. Además,, el guardametas del Millonario respondió con creces en dos oportunidades frente a Enner Valencia. A punto de culminar la primera mitad, hubo una polémica sobre un posible penal de Enzo Díaz, quién había cruzado al límite a Fabricio Bustos, pero tras la revisión del VAR no hubo nada que cobrar. Sin Enzo Pérez, que se retiró de la cancha por una lesión -en su lugar ingresó Nacho Fernández-, River tuvo la más clara antes de finalizar el primer tiempo con un remate de Lucas Beltrán, pero Sergio Rochet le negó el festejo.
El segundo tiempo fue más de lo mismo: Inter yendo al frente en busca de abrir el marcador y River apostando por los contragolpes. A los 25 minutos, desde un tiro de esquina ejecutado por Wanderson, Gabriel Mercado abrió el partido con un cabezazo para el elenco brasileño. Lejos de reaccionar, el Millonario terminó sufriendo un mazazo tras un tiro libre ejecutado por Alan Patrick a los 33′ que, tras un desvío en González Pirez, aumentó la ventaja por 2-0 para los de Porto Alegre. A diez minutos del final, Demichelis movió el banco para que ingresen Robert Rojas, Facundo Colidio y Agustín Palavecino. Ya en tiempo de descuento, un tiro de esquina ejecutado por Palavecino le cayó a Rojas, que la empujó para poner el 2-1 y forzar la tanda de penales.
La definición fue un sufrimiento para ambos equipos. Ninguno erró sus tiros, hasta que el árbitro anuló-mediante al VAR- el tanto marcado por Pablo Solari por doble toque. Esto dejaba la clasificación en los pies de Carlos De Pena, pero su disparo pegó en el palo y le dio una vida más al Millonario. Con el marcador igualado y sin que ninguno se saque ventaja, se cambió de arco por el mal estado del punto penal. Fue entonces cuando Robert Rojas, con su segundo disparo, reventó el travesaño y le dejó la clasificación servida a Rochet. El arquero uruguayo no dudó y aseguró la clasificación a cuartos de final del conjunto brasileño, dejando al Más Grande fuera de la competencia en octavos de final.
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