En diálogo exclusivo con LA MÁQUINA, el delantero de la Sexta contó las sensaciones que vivió luego de debutar en la Reserva con un gol en el partido preliminar frente a Godoy Cruz. Además, se ilusiona con un pronto llamado de Ramón.
Su aparición en la Reserva de River fue sorpresiva pero no repentina. Es que Lucas Boyé acostumbraba a romper redes en la Sexta División que dirige Daniel Messina, pero el domingo pasado irrumpió en Mendoza y marcó su primer gol con la Reserva: «Venía entrenando hace casi un mes con ellos, el fin de semana pasado me había tocado quedar afuera porque bajó Martín Aguirre de la Primera. Este que pasó me tocó entrar y marcar, estoy muy feliz», reconoció Lucas en diálogo con LA MÁQUINA.
Más allá de la felicidad por el debut en el preliminar, el delantero de la categoría ’96 quedó alucinado con el marco del partido. Es que más allá de todo, los hinchas «neutrales» se hacía oír: «Estaba lleno y fue hermoso, porque la mitad de la cancha era de River y la otra mitad de Godoy Cruz. Que estén todos cantando y vos hacer un gol y que todos lo griten es algo inexplicable». Además, agregó: «A lo mejor en España se jugaban otras cosas, pero era una cancha con una tribuna sola y no mucha gente nuestra. Acá era completamente diferente, estaban todos cantando. Fueron cosas distintas, muy lindas las dos, pero me gustó más el partido este por lo externo», admitió el goleador.
El delantero de la Sexta millonaria marcó también la diferencia que existe a la hora de dar el salto desde el fútbol amateur hacia arriba: «En mi categoría son más de aguantarla. En Reserva eso muy difícil porque los centrales son el doble de grandes que yo. Es distinto», remarcó.
Este fin de semana, Lucas Boyé será parte nuevamente del plantel que dispute el partido de Reserva frente a Colón, desde las 15.45 en el estadio Monumental. Por eso, su sueño está cada vez más cerca de concretarse: «Ojalá siga sumando minutos y afianzarme. Estuve entrenando contra la Primera dos o tres veces. Al prinicipio los mirás y no los podés marcar, pero después te das cuenta que es común y tenés que hacer lo mejor para estar ahí. La práctica la dirige Ramón y él te está mirando. Estás a un paso, si hacés las cosas bien«, concluyó.
Por Ubaldo Kunz
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