(Incluye audio) En diálogo exclusivo con LA MÁQUINA, el volante de la Selección Sub-20 se refirió a su llegada a River, sus características de juego y lo que sintió cuando ingresó al Monumental para firmar su contrato.
Matías Sánchez comenzó a sonar como posible refuerzo millonario hace pocos meses atrás, cuando venía teniendo grandes actuaciones en cada convocatoria a los seleccionados juveniles. Hoy, su presente está ligado a River, al menos por un año.
«Es lo mejor de mi carrera esto», afirmó Matías sin preámbulos ni preguntas de por medio al atender el llamado de LA MÁQUINA. No es para menos. Es el sentimiento genuino de un juvenil que cumple el sueño del pibe: jugar en el club de sus amores.
A la hora de hablar de sus expectativas, el juvenil señaló que espera «poder demostrar todo lo que sé y que a lo largo de este año River se sienta convencido y pueda comprarme y pertenecer al club definitivamente», reconoció. Y agregó: «Hay que esperar hasta que me toque jugar y ponerle ganas porque sé que estoy en el club más grande de la argentina».
Luego, aclaró cuál es su verdadera posición dentro de la cancha: «En Chacarita mi posición era la misma que en la Selección, un enganche atrasado. Que pueda correr con el cinco de ellos para todos lados y después convertirme en un delantero más. No son mis características la marca y todo eso, pero sí trato de colaborar», admitió el volante oriundo de San Martín.
Por último, remarcó qué fue lo que sintió al entrar al Monumental para firmar su vínculo contractual: «Tengo una felicidad enorme, me pasaron muchas cosas por la cabeza. Pero trataba de no ilusionarme. Primero quiero vivir el momento y que se me den las cosas solas y sentirme alguien, porque todavía no soy nadie», cerró.
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