El conjunto dirigido por Ramón Díaz viajó a Bahía Blanca en búsqueda de un triunfo que lo mantuviera en lo más alto del campeonato. El “millonario” no supo mantener la victoria parcial y dejó pasar una gran oportunidad.
River se jugaba más que un partido; era una final en Bahía Blanca y no logró obtener la victoria. Es cierto, en una cancha que se encontraba en mal estado por las lluvias que se produjeron durante el transcurso del día. Aún así, el conjunto de Núñez arrancó el encuentro como debía jugarlo y abrió el marcador de la mano de Carlos Carbonero, una de sus figuras.
Insólitamente, River renunció al ataque y dejó venir a su rival, que avisó en varias oportunidades, obligando a Chichizola a responder maravillosamente. Finalmente lo que se veía venir sucedió y Olimpo en una jugada prepara empató el partido de la mano de Luguercio, un jugador que no convertía hace tres años.
En el segundo tiempo, Olimpo aguantó el resultado que prácticamente le asegura un año más en Primera. River, con más ganas que juego, fue en busca de los tres puntos pero no logró ese tan buscado tanto que lo pusiera nuevamente en la cima del campeonato. Lo más destacado fue un remate de Vangioni que fue tapado increíblemente por el arquero local con la ayuda del palo.
Lo más destacable fue la gran labor de Maidana, quien neutralizó a Valencia; a Chichizola con grandes tapadas y a Carbonero, una de las figuras del semestre.
Con un Cavenaghi que no logra encontrar su mejor nivel, un Lanzini que necesita aparecer más en el juego y con Fabbro que no aprovechó su oportunidad, el equipo de Ramón se vuelve de Bahía perdiendo dos puntos que pueden influir al finalizar el campeonato.
Quedan tres fechas y River se encuentra a dos puntos de Gimnasia. El margen de error es cada vez menor. Había que ganar y no se ganó. Pero a tres fechas del final, la ilusión sigue viva. El domingo, más que nunca hay que ganar.
Por Eitan Benzaquen.-
