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FOTO: Fifa.com
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Argentina superó a Holanda en la definición por penales y accedió a la final de la Copa del Mundo 2014. Como en 1986 y 1990, volverá a verse las caras con Alemania.

Pura emoción. Para gozar, hay que saber sufrir. ¡Y vaya si el hincha argentino sufrió! Tuvo que esperar 120 minutos y la ronda de penales para poder gritar y desahogarse de tanta angustia contenida.

Es que en los 90 minutos, el equipo de Sabella superó al conjunto Holandés durante muchos pasajes del encuentro. Fue disciplinado tácticamente, ordenado y brindó un despliegue que redujo a Robben y compañía a una mínima expresión.

Sin embargo, le costó llegar al arco contrario con claridad y generar situaciones de gol. Recién en el complemento Higuaín primero, Palacio después, tuvieron las ocasiones más certeras para conseguir la ventaja.

Luego de los 120 minutos, llegaron los penales. Y ahí se hizo grande Sergio Romero, quizá uno de los jugadores más cuestionados en los días previos al certamen. Se quedó con dos de los cuatro penales holandeses y le regaló a Argentina una sonrisa imborrable.

El domingo, 24 años después, volverá a verse las caras en una final con Alemania. Como en el ’86 y el ’90. Vamos por el Maracanazo. ¡Vamos Argentina!