En un partido parejo y con pocas emociones, el «Albo» y el «Millonario» empataron 0 a 0. River acumuló tres encuentros sin victorias y sumó una nueva baja por la expulsión de Leonardo Ponzio.
La 13º fecha se fue sin pena ni gloria para All Boys y River Plate. Dieron un espactáculo chato, aburrido, hostil para los ojos de los espectadores. Fue tan insignificante que una de las pocas anotaciones entre las incidencias del primer tiempo figura el resbalón del juez de línea Bonfá.
Es cierto, por momentos River dominó el balón y pareció levemente superior al local. Tuvo la iniciativa de ir a buscarlo, y desde algunas buenas intenciones generó aproximaciones al arco de Nicolás Cambiasso, que tuvo más trabajo que Barovero. La más peligrosa fue un remate débil de Ariel Rojas, luego de una buena jugada colectiva entre Mercado y Ponzio. Fue lo mejor que hizo River en 90 minutos. Muy poco para las exigencias que tiene la camiseta más prestigiosa del fútbol argentino.
En el complemento, la imagen fue aun más triste. Cuesta rescatar jugadas claras de gol. Con el correr de los minutos, ambos equipos parecieron aferrarse a un empate que parecía inquebrantable. Bajó el nivel de Ponzio y Sánchez, que fueron lo más destacado que tuvo el Millonario en la primera etapa. Ni los ingresos del «Keko» Villalba ni el «Chino» Luna surtieron efecto. El partido murió en la intrascendencia y River acumuló una nueva frustración.
La frutilla del postre fue la expulsión de Leonardo Ponzio, injusta y apresurada. River perderá así su mejor jugador, de cara al próximo encuentro contra Unión de Santa Fe en el Monumental. ¿Habrá cambio de esquemas? ¿Habrá cambio de nombres? Por lo pronto, River necesita cambiar y mucho para cambiar la pálida imagen que viene dejando hace tres fechas.
