Tomás Martínez jugó desde el arranque frente a Colón y demostró que puede ser una alternativa en el puesto de enganche. Aunque sufrió el desgaste en el segundo tiempo, fue una de las mejores cartas del equipo en ofensiva.
En la previa, el técnico de River había anunciado que tenía ganas de ver unos minutos a Tomás Martínez, quizá el único reemplazante natural de Lanzini que el «Muñeco» tiene a mano hoy en el plantel. Por eso, no sorprendió que el enganche de la categoría ’95 se hiciera cargo de la creación desde el minuto cero.
En un equipo en el que predominaron los jugadores que no son habitualmente titulares, «Tomy» se desenvolvió con mucha naturalidad y se mostró siempre partícipe en la gestación de cada ataque millonario. Se asoció mucho con Teo y Boyé, y mostró pinceladas de su talento.
Aunque se lo vio algo desgastado en el segundo tiempo (fue sustituido sobre el final por Sebastián Driussi), el juvenil mostró que puede ser una carta interesante para reforzar una zona donde escasean variantes. Al menos, hoy ante Colón aprobó un duro examen y demostró que tiene personalidad y talento para llevar la camiseta más pesada del fútbol argentino.
