River derrotó a Tigre en el Monumental con dos goles de Rodrigo Mora y estiró la ventaja sobre sus escoltas. Con contundencia y pasajes de fútbol arrollador, La Banda se hizo fuerte en el torneo local y sueña con el Bi.
«Que pase el que sigue», parece decir este River, que gana y sostiene una idea de juego que hasta el momento, parece difícil de contrarrestar. Esta vez el actor de reparto fue Tigre, que fue un testigo presencial de otra arrolladora actuación del equipo de Gallardo en el Monumental.
A decir verdad, los primeros treinta minutos de juego mostraron un encuentro parejo y complejo para el millonario. La intención de Tigre fue cerrar los caminos y la de River, atacar. No fue sencillo para el local, que tuvo en la cabeza de Boyé la más clara de esa primer media hora.
A los 33 minutos, River construyó su mejor jugada colectiva del partido: toqueteo en la mitad de la cancha, aceleración de Boyé, desborde y centro preciso de Rojas, pecho de Sánchez y Mora, de volea, la metió junto al palo izquierdo de Javier García, que sólo atinó a mirar como la pelota ingresaba a su arco.
A partir de ahí, la única sensación palpable era que el local podía liquidarlo en cualquier momento. Y para que no queden dudas, otra vez el uruguayo Mora, a los 2 minutos del complemento, amplió la ventaja luego de una gran habilitación de Ariel Rojas.
Con el resultado consumado, La Banda por momentos se floreó y encontró los espacios y facilidades seguir lastimando. Esta vez no goleó, pero consumó otro triunfo claro, contundente, que no deja lugar a dudas. Un River «Matador», que permite suponer que jugando así, va camino al «Bi».
