En un encuentro repleto de adversidades, el equipo de Gallardo consiguió la igualdad a pocos minutos del final. River terminará la décima fecha siendo único puntero e invicto, sin importar lo que pase en los partidos que restan disputar.
Se mira y no se mojan. La punta y el invicto brillan y relucen, aún en esa tarde lluviosa y gris que fue el escenario predominante de un nuevo superclásico en el Monumental.
A este River, que como bien dice su entrenador «van a tener que golpearlo varias veces para poder bajarlo», ni el peor chaparrón futbolístico pudo detenerlo. Es que el «Millonario» tuvo que salir otra vez a buscar el partido con un 0-1 abajo y una campo de juego que no ayudó. Y lo consiguió con una guapeada de Pezzella cuando el resultado parecía sentenciado.
Más allá de las sensaciones encontradas, el empate dejó mejor parado al conjunto de Gallardo, que sostuvo el invicto -el único del torneo- y terminará la décima fecha como puntero del certamen en soledad, más allá de lo que pase con los partidos de Independiente y Lanús. Por ahora, los mira a todos desde arriba.