La dirigencia de River apunta a dos jugadores de Banfield: Bertolo y Tagliafico. En esta nota, los entretelones de una negociación compleja pero no imposible.
Todo comenzó con un llamado de Marcelo Gallardo a fines de diciembre. «Nicolás, ¿querés jugar en River?». Del otro lado, la respuesta fue tajante: «Sí, sería un sueño para mí». Nicolás es Bertolo. Más allá de su pasado en Boca, el cordobés se muere por vestir la camiseta millonaria, según confesaron dirigentes del club de Núñez a éste medio.
La estrategia de River fue arreglar todo con el jugador. Lo hizo el propio Enzo Francescoli con su representante Danilo Méndez en Punta del Este. Una vez acordados los números, el apoderado de Bertolo quedó en hacerse cargo de un resarcimiento a Banfield y Cruz Azul, éste último en litigio con el jugador.
A los dirigentes del «Taladro» no le gustó nada que River negociara con Bertolo mientras mantiene un vínculo firmado por un año más. Sin embargo, ante la posibilidad de quedarse con las manos vacías a fines del 2015, intentará sacar algún beneficio inmediato. Ahí empezó a jugar su partido Matías Almeyda, en primer lugar llamando telefónicamente a Ezequiel Cirigliano y pidiendo luego un delantero con las características de Giovanni Simeone.
Desde ahí, volvieron a abrirse los canales de diálogo entre ambas instituciones. Y como en una partida de ajedrez, River metió en la mesa de discusión otro pedido expreso de Marcelo Gallardo: Nicolás Tagliafico. Los dirigentes millonarios buscarán incluir préstamos y porcentajes de Cirigliano y Simeone para bajar los 4 millones dólares que pretende Banfield por el lateral izquierdo.
Las negociaciones son complejas, pero no imposibles. Por estas horas, lo de Tagliafico parece más cerca de concretarse. Mientras tanto, en Punta del Este esperan por dos finales felices.
