En Mar del Plate, River Plate y Estudiantes igualaron sin goles en un encuentro con pocas emociones. El «Millonario» jugó gran parte del segundo tiempo con un hombre menos por la expulsión de Augusto Solari.
Partido típico de pretemporada. De piernas duras, por los trabajos físicos exigentes, pero también por los antecedentes cercanos entre ambos equipos. Las ocho amonestaciones y el expulsado muestran a las claras los carriles por donde transitó el encuentro entre River y Estudiantes.
En la primera etapa, la paridad fue tal que los arqueros fueron actores de reparto. La única clara que tuvo el equipo de Gallardo fue a los 4 minutos en los pies de Fernando Cavenaghi, pero Hilario Navarro mandó el grito de gol del «Torito» al cornero. Del otro lado, Julio Chiarini apenas contuvo un remate de Gil Romero a los 25′, sin ninguna complicación.
En el complemento, el desarrollo normal del encuentro cambió rápidamente cuando Augusto Solari vio la segunda amonestación y se tuvo que ir al vestuario. Con un hombre menos, River apostó al contragolpe y se sintió más cómodo. A los 10 minutos Fernando Cavenaghi quiso pincharla al segundo palo de Hilario, pero respondió bien Navarro. Tres minutos después, el palo le negó el gol a Lucas Boyé.
Con la salida de Cavenaghi, el equipo de Gallardo perdió peso ofensivo y protagonismo en el área rival. En cambio, Estudiantes generó un par de situaciones muy claras en la cabeza y los pies de Guido Carrillo, el hombre más desequilibrante que tuvo el conjunto platense.
Aun con un hombre menos y mayoría de suplentes, la paridad fue casi absoluta. Al menos desde lo físico y lo mental, otro examen superado por el equipo del «Muñeco».
